Excelencias,
señoras y señores,

Es para mí un placer y un honor clausurar la primera edición del Congreso Mundial del Comercio sobre el Género. Con más de 80 oradores y 15 sesiones, es la primera vez en la historia de la OMC que hemos celebrado debates de tal magnitud en materia de comercio y género. Doy las gracias a todos nuestros participantes, así como al equipo organizador de la Secretaría, por hacer que este evento sea un éxito tan memorable. Me complace ver que la OMC está a la vanguardia de la labor sobre un asunto tan relevante.

Los debates entre los participantes sobre temas de comercio y género han sido intensos y sustantivos.  En este foro que nos ofrece la OMC hemos presenciado deliberaciones animadas, así como nuevos datos y pruebas que se han expuesto en primicia.

En particular, los participantes examinaron un nuevo análisis sobre el impacto de los acuerdos comerciales en las decisiones acerca del matrimonio y la descendencia de las mujeres, su movilidad intergeneracional y sus ingresos en función de su estado civil. Otra investigación importante propuso un nuevo marco para el diálogo entre los sectores público y privado a fin de integrar mejor las consideraciones de género en la negociación de acuerdos comerciales y para que su aplicación sea más eficiente. Se presentó un nuevo análisis sobre las desigualdades asociadas al proceso de digitalización, con el foco sobre las desigualdades digitales de género, empleando la agricultura como sector de estudios de casos prácticos. Por último, hemos aprendido una nueva metodología propuesta para recopilar datos desglosados por sexo sobre los comerciantes transfronterizos, a fin de fundamentar la labor futura en esta esfera y mejorar la formulación de políticas.

Todo esto demuestra el gran progreso que hemos logrado en la forma en que abordamos la cuestión del comercio y el género. Pero también evidencia las numerosas lagunas que subsisten, tanto en lo que respecta a la investigación sobre este tema como a la necesidad del empoderamiento económico de las mujeres en términos más generales. Por consiguiente, todavía tenemos mucho trabajo por hacer.

El Congreso representa la primera vez que nos ponemos en contacto directo con Miembros de la OMC e investigadores en el área de comercio y género. Espero que el Congreso les pareciese útil para poder intercambiar ideas y crear posibles asociaciones de investigación.

A este respecto, quisiera dar las gracias al Centro de Investigación sobre Cuestiones de Género de la OMC por su gran contribución al Congreso y a la labor de la OMC. Creo que esta red es un motor muy útil de los progresos que estamos realizando en materia de género en la OMC. No cabe duda de que necesitamos expertos como ustedes para profundizar nuestro conocimiento sobre las cuestiones relativas al comercio y al género, y el apoyo que prestan a la formulación de políticas comerciales a través de la investigación y la recopilación de datos resulta esencial. Las cuestiones de género son amplias y complejas, y se encuentran ligadas a la evolución de las sociedades a lo largo de la historia. Por lo tanto, resulta fundamental que reconozcamos el papel trascendental de las mujeres en la economía y el comercio. El empoderamiento económico de las mujeres es esencial si queremos alcanzar todo el potencial de crecimiento económico y desarrollo sostenible. Se trata de una herramienta para el desarrollo.

Este evento ha demostrado que, actualmente, la cuestión del género se encuentra profundamente arraigada en la OMC. Desde que la OMC empezó a trabajar sobre estas cuestiones hace seis años, ha pasado de ser una Organización que no tenía en cuenta el género a una con perspectiva de género. Desde el inicio de la Declaración Conjunta de Buenos Aires sobre el Comercio y el Empoderamiento Económico de las Mujeres en 2017 hasta el reconocimiento multilateral de la importancia del empoderamiento económico de las mujeres y de la labor de la OMC sobre esta cuestión en la Duodécima Conferencia Ministerial de la OMC este año, pasando por el establecimiento del Grupo de Trabajo Informal sobre Comercio y Cuestiones de Género en 2020, los Miembros han estado, naturalmente, en el centro de esta transformación.

Quisiera dar las gracias a Anoush y a todo el equipo de comercio y género de la OMC por apoyar a los Miembros en su labor y por reunirnos a todos esta semana. No habría sido posible sin ustedes. Y, desde luego, el compromiso de la Directora General con las cuestiones de género resulta incuestionable. Es una mujer de acción que nos motiva a esforzarnos más.

Nos encaminamos hacia un nuevo año, hacia nuevos desafíos y hacia una nueva Conferencia Ministerial. Me gustaría hacer un llamamiento a la acción, a que demos pasos adelante que reflejen la labor que desempeñamos en cuestiones de género. La próxima Conferencia Ministerial de la OMC, que será la decimotercera, puede ser la oportunidad perfecta para ello.

Asimismo, probablemente no exista un lugar mejor para evaluar los progresos que hayamos conseguido en los próximos años que la segunda edición del Congreso Mundial del Comercio sobre el Género, previsto para diciembre de 2024. Por lo que les invito a que reserven la fecha en sus agendas.

¡Gracias!