DISCURSOS — DG NGOZI OKONJO-IWEALA

Más información

  

Muchas gracias, Excmo. Sr. Embajador Li Chenggang, Representante Permanente de China ante la OMC, Excelencias, señoras y señores.

Permítanme darles mi más cordial bienvenida a este foro para conmemorar el 20o aniversario de la adhesión de China a la OMC.

Es para mí todo un privilegio, como nueva Directora General, participar en esta ocasión.

También tengo el gran placer dar la bienvenida a viejos amigos. Mi predecesor (uno de mis predecesores), Pascal Lamy. Me alegra mucho que pueda estar con nosotros.

Una de las personas más reconocidas en el ámbito del comercio: Wendy Cutler. Muchas gracias por venir.

Es también un verdadero privilegio contar con la presencia del Negociador Jefe para la adhesión, el Sr. Long Yongtu. Muchas gracias por estar con nosotros.

Muchas gracias también al Director General Adjunto Zhang Xiangchen por estar aquí.

Quiero darles la bienvenida a todos ustedes a este evento y a las demás las personas que participan con nosotros.

El 11 de diciembre de 2001, China pasó a ser oficialmente el 143º Miembro de la OMC, como ha dicho el Embajador Li Chenggang. Este fue un acontecimiento fundamental en la historia del sistema multilateral de comercio.

Para China, la adopción de las normas y los principios de la OMC sirvió de pauta para una transformación económica e institucional de gran alcance. La transformación estructural desencadenada por las reformas relacionadas con la adhesión contribuyó al crecimiento dinámico y la modernización de China.

Para la OMC, acoger a China representó un paso importante en el empeño de convertirse en una organización verdaderamente “mundial”. Más de una quinta parte de la población mundial (1.300 millones de productores y consumidores) obtuvo pleno acceso al sistema multilateral de comercio.

Para otros Miembros de la OMC, la adhesión de China auguró unas relaciones comerciales más previsibles y mutuamente beneficiosas con una economía grande y en rápido crecimiento.

Las adhesiones a la OMC nunca son tarea fácil, y el proceso de adhesión de China fue especialmente exigente. China solicitó volver a ser parte contratante en el GATT en 1986, 15 años antes de su adhesión definitiva a la OMC. A lo largo de ese tiempo, China junto con sus asociados:

  • convocaron 38 reuniones del Grupo de Trabajo;
  • celebraron 44 acuerdos bilaterales de acceso a los mercados, cuyas disposiciones luego pasaron a ser de carácter multilateral; y
  • redactaron más de 750 páginas de texto jurídico en las que se detallaban los compromisos contraídos por China en el marco de la OMC.  

Las reformas que se pidieron a China no eran fáciles de ejecutar en ese momento, ya que exigían cambios difíciles por parte de los encargados de la formulación de políticas y en la propia economía de China. Sin embargo, si miramos atrás, la determinación de China de convertirse en Miembro de la OMC como piedra angular de su estrategia de liberalización económica se ha justificado plenamente.

China se ha convertido en un excelente ejemplo de cómo la integración en el comercio mundial puede impulsar el crecimiento y el desarrollo. El auge económico del país ha sacado de la pobreza a millones de personas, no solo en China, sino también en los asociados comerciales de China en el mundo en desarrollo.

  • En 2001, el PIB de China era de 1,3 billones de dólares EE.UU. En 2020, había alcanzado los 14,7 billones. Se trata de una mejora en verdad impresionante. La economía china ha funcionado bien durante la pandemia, y el FMI prevé que la producción china crecerá un 8% en 2021 y un 5,6% en 2022. China es ahora, con cierta holgura, el mayor productor y exportador de manufacturas del mundo.
  • El nivel de vida de la población china ha aumentado de forma espectacular. La renta per cápita, en función del poder adquisitivo, ha pasado de unos 3.400 dólares en 2000 a 16.200 dólares en 2020. La pobreza extrema prácticamente se ha eliminado.
  • China es uno de los principales destinos de las inversiones extranjeras directas (IED), y se ha convertido también en una fuente sustancial de inversiones en el extranjero. El volumen de las IED en China se ha decuplicado, pasando de unos 200.000 millones de dólares en el año 2000 a casi 2 billones en 2020. Asimismo, el volumen de las salidas de IED de China se ha disparado hasta los 2,3 billones de dólares, una cifra 84 veces más elevada que en el momento de su adhesión.

La adhesión de China a la OMC, junto con la mayoría de las demás economías, también es positiva para la gobernanza económica internacional, y para fomentar la cooperación y la coordinación que son fundamentales para gestionar un mundo cada vez más interdependiente.

En la OMC, China ha sido un participante activo, que desempeña una función cada vez más influyente en todos los ámbitos de actividad, incluidas las negociaciones. Aunque la nueva variante ómicron del coronavirus nos obligó a aplazar la Duodécima Conferencia Ministerial la semana pasada, las negociaciones continúan, y China tendrá un lugar central en los esfuerzos de los Miembros por reducir las diferencias pendientes con respecto la respuesta a la pandemia, incluida la propiedad intelectual y las subvenciones a la pesca, para finales de febrero.

China también interviene activamente en diversas iniciativas voluntarias que están promoviendo los grupos de Miembros de la OMC. La semana pasada, China se sumó a otros 66 Miembros de la OMC en un acuerdo histórico sobre la reglamentación nacional en el ámbito de los servicios, que permitirá reducir los trámites burocráticos y los costos en torno a las prescripciones en materia de licencias y títulos de aptitud que deben cumplir los proveedores de servicios transfronterizos.

China también participa, y en algunos casos como coordinadora, en otras iniciativas, como los debates en curso sobre la facilitación de las inversiones, la contaminación causada por los plásticos, el comercio electrónico, las microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes) y el comercio y género. Además, se ha esforzado por ayudar a los Miembros de reciente adhesión a aprender de su experiencia y a integrarse mejor en el sistema multilateral de comercio; labor que le agradecemos mucho.

A fin de obtener resultados y sentar las bases de futuras reformas, la OMC requiere hoy que todos sus participantes clave demuestren un compromiso específico, incluida China.

Acojo con gran satisfacción el firme compromiso con la OMC expresado esta semana por Su Excelencia el Primer Ministro Li Keqiang, con quien tuve el honor de reunirme, junto con otros jefes de organizaciones internacionales, en la Mesa Redonda 1+6 celebrada el lunes.

En esa reunión, y en una conversación bilateral anterior con el Primer Ministro Li, señalé que varios Miembros de la OMC creen que China podría contribuir más a los esfuerzos de reforma de la Organización, tanto en las negociaciones en curso como con respecto a las cuestiones de igualdad de condiciones, abordando temas muy difíciles, como el trato especial y diferenciado y el restablecimiento de un sistema de solución de diferencias plenamente operativo.

Me complace constatar que en el discurso del G20 que pronunció el Presidente Xi hace unas semanas y también en el discurso pronunciado en la Feria Internacional del Comercio se menciona la voluntad de China de celebrar debates sobre estas cuestiones tan difíciles relacionadas con la reforma.

Sin duda, nuestros distinguidos ponentes discutirán en más detalles algunos de los problemas sistémicos durante la próxima hora.

Existe un proverbio, a menudo considerado chino, que dice que “el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años; el segundo mejor momento es ahora”. El árbol que China plantó al adherirse a la OMC hace dos decenios ha dado abundantes frutos. China es uno de los mayores comerciantes del mundo y una de las partes interesadas fundamentales del sistema, por lo que tiene una importante función que desempeñar para cuidar el jardín de la OMC. Las semillas plantadas hoy serán el fruto de mañana.

Espero con interés la participación constructiva de China y cuento con ella, mientras tratamos de revitalizar el sistema multilateral de comercio y producir resultados creíbles que respondan a los desafíos del siglo XXI.

Muchas gracias.

Compartir

Compartir


Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.