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Pascal Lamy
Declaración de Pascal Lamy
Excmo. Sr. Embajador Stephenson,
Sr. Jens, Director Ejecutivo de Philips Consumer Electronics Europe,
Señoras y señores:
Permítanme darles la bienvenida al Simposio sobre Tecnología de la
Información que celebra la OMC para conmemorar el 10º aniversario del
Acuerdo sobre Tecnología de la Información o, mejor dicho, ¡para
celebrar el 10º aniversario del funcionamiento del Acuerdo sobre
Tecnología de la Información!
Este es el tercer simposio que organiza la OMC sobre productos de
tecnología de la información (TI). La rápida evolución de este sector de
productos, que ha aportado cambios revolucionarios a la sociedad, es el
motivo de que este sector particular, entre otros, merezca una especial
atención de nuestra parte.
Tal vez recuerden que las negociaciones sobre el trato en franquicia
arancelaria de los productos de la TI partieron de la iniciativa de un
pequeño grupo de Miembros de la OMC en los meses que precedieron a la
primera Conferencia Ministerial de la Organización, celebrada en
Singapur en diciembre de 1996. En la fecha de la adopción de la
Declaración Ministerial sobre el Comercio de Productos de Tecnología de
la Información en esa Conferencia, el número de países y economías
participantes se había ampliado a 29. La Declaración Ministerial fue la
precursora del Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI) de la
OMC. Estos países y economías estaban tratando de obtener una rápida
apertura para que se diera el trato de franquicia arancelaria a un grupo
de productos relacionados con la TI, a saber, los ordenadores, el equipo
de telecomunicaciones, los semiconductores, el equipo de fabricación de
semiconductores, los programas informáticos y los instrumentos
científicos. En abril de 1997 se cumplió la condición para que el ATI
entrara en vigor, al adherirse a él otros 11 Miembros de la OMC, con lo
que se elevó al 90 por ciento el comercio total de productos de la TI
abarcados por el Acuerdo.
Hoy participan en el ATI 70 Miembros de la OMC que representan el 97 por
ciento del comercio mundial de productos de la TI. Estos participantes
se han comprometido a importar estos productos en franquicia arancelaria
sobre la base del trato de la nación más favorecida. En consecuencia, la
totalidad de los 150 Miembros de la OMC se benefician de esta
liberalización. En los 10 últimos años, las exportaciones mundiales de
productos abarcados por el ATI se han duplicado con creces en términos
de dólares, alcanzando 1,45 billones de dólares EE.UU. en 2005, con un
crecimiento medio anual del 8,5 por ciento. En 2005, el comercio de
productos abarcados por el ATI representó el 14 por ciento de las
exportaciones mundiales de mercancías, superando al de los productos
agropecuarios y al de los productos textiles y del vestido juntos. Creo,
por tanto, que es justo decir que el ATI ha constituido un éxito
importante desde el establecimiento de la OMC.
Este éxito es tanto más impresionante cuanto que la apertura de este
sector de productos se logró al margen del proceso habitual de
negociación de dar y tomar entre los distintos sectores de productos. La
liberalización consistió en una iniciativa sectorial autónoma cuyo
crecimiento se debió a que los participantes reconocieron los beneficios
que podrían derivarse para sus respectivas políticas nacionales de
desarrollo. Las tecnologías de la información están cambiando nuestras
sociedades en el siglo XXI, como las máquinas de vapor lo hicieron en el
siglo XIX y los automóviles en el siglo XX.
Las tecnologías de la información constituyen poderosas herramientas e
instrumentos que cuentan con el potencial de aumentar la productividad,
generar crecimiento económico, crear puestos de trabajo y empleo y
mejorar la calidad de vida de todos. Pueden reducir muchos obstáculos
tradicionales a la actividad empresarial, especialmente los relacionados
con el tiempo y la distancia. Han facilitado el proceso de globalización
acelerando las corrientes de información y abaratando más que nunca las
comunicaciones, los productos y los materiales. Al mismo tiempo, el
proceso de globalización ha intensificado la competencia y la innovación
y ha ampliado el comercio mundial tanto de bienes como de servicios.
La eliminación de los aranceles de los productos abarcados por el ATI
hace posible la utilización del potencial de estas tecnologías en
beneficio de millones de personas en todos los rincones del mundo. Las
industrias y servicios que utilizan intensivamente información y las que
pueden funcionar gracias a la TI (comercio electrónico, turismo
electrónico, reservas en línea de viajes o de hoteles, servicios
financieros, servicios de transporte y servicios profesionales) se han
desarrollado gracias a redes de comunicaciones de costo reducido, así
como al abaratamiento del equipo de la tecnología de la información por
medio de economías de escala realizadas en la economía mundial. Además,
los procesos de fabricación, las redes de distribución de productos
agropecuarios e incluso los productores de productos primarios se
benefician al contactar con los clientes de manera puntual, eficiente y
a bajo costo. ¡Permítanme decirles que la tecnología de la información
está evolucionando tan deprisa que el personal de mi oficina ya tiene
miedo de que llegue el día en que no solamente podré oír, sino también
ver, lo que están haciendo mientras viajo por el mundo!
También son pertinentes para el sector de la tecnología de la
información otras esferas de la OMC, como por ejemplo el Acuerdo General
sobre el Comercio de Servicios, el Acuerdo sobre los ADPIC y el Acuerdo
sobre Obstáculos Técnicos al Comercio que, junto con el ATI, fomentan la
previsibilidad del entorno reglamentario.
Por ejemplo, en el ámbito del Acuerdo General sobre el Comercio de
Servicios (AGCS) los servicios de telecomunicaciones y de informática se
consideran como motores de TI para múltiples actividades. Más de 100
Miembros de la OMC han asumido compromisos para abrir sus mercados a la
competencia en servicios de telecomunicaciones, permitiendo con
frecuencia que empresas extranjeras recién llegadas suministren los
servicios más básicos, como los de telefonía fija y móvil. Fue evidente
que las comunicaciones eficaces y de bajo costo eran tan vitales para la
infraestructura de un país que la mayoría de los Miembros también
adoptaron principios reglamentarios adicionales en materia de
telecomunicaciones. Los servicios de informática han sido objeto de
compromisos por parte de más de 80 Miembros, compromisos que permiten el
acceso a los mercados para servicios como los de desarrollo de programas
informáticos, programación y mantenimiento de bases de datos.
Como usuarios de las tecnologías de la información, en la Secretaría de
la OMC estamos agradecidos al ATI y a la industria de la TI. Sin la
aplicación de la TI, no sería posible realizar nuestras tareas
cotidianas, asistir a nuestros Miembros en sus negociaciones, manejar
cientos y miles de datos comerciales y de compromisos jurídicos o
mantener bases de datos. No podríamos comunicarnos tan fácilmente con
los Gobiernos de nuestros Miembros, las partes interesadas en el sistema
multilateral de comercio y el público. El sitio Web de la OMC se
inauguró en 1996, el mismo año que el ATI. En ese primer año, el número
de visitas que recibió el sitio fue de una media de 3.000 por mes. Según
nuestros registros, en octubre de 1997 el sitio Web tuvo 30.000 visitas,
1 millón de búsquedas y 14 gigabytes de descargas. Diez años más tarde,
en octubre del año pasado, las visitas habían aumentado a más de 1
millón, los búsquedas a casi 40 millones y las descargas, a 1.000
gigabytes. Lo que quiere decir que el aumento de visitas y de búsquedas
en 10 años se ha multiplicado por más de 30 y las descargas, por más de
70.
Este Simposio ofrece a todos los colectivos interesados, la industria de
la TI, el sector privado y el mundo académico la oportunidad única de
interactuar directamente con los participantes en el ATI. La esperanza
está en que los representantes de los gobiernos, el sector privado, las
asociaciones de la industria y las organizaciones internacionales
competentes se lleven una idea más clara de sus respectivas
preocupaciones, intereses y objetivos en este sector. El Simposio
también ofrecerá la oportunidad de examinar el funcionamiento del ATI a
lo largo del último decenio y el aumento de la participación de los
países en desarrollo. Con la adhesión más reciente de los Emiratos
Árabes Unidos, los países en desarrollo son ahora la mayoría de los
participantes en el ATI. Si bien en los países en desarrollo el sector
de la TI sigue constituyendo una proporción significativa y creciente de
las inversiones, es en las economías emergentes, como las de la India,
China, Indonesia o Sudáfrica donde está aumentando más rápidamente el
gasto en TI. En los últimos años, la aplicación de la TI ha permitido a
la India desarrollar sus fuentes internacionales de abastecimiento, y a
China, desarrollar su capacidad de fabricar productos de la TI y de
Internet. En África y América Latina, muchos países también se han
beneficiado de industrias y servicios favorecidos por las TI, como la
utilización de aplicaciones de la TI y de la telefonía móvil por parte
de las PYME en algunos países africanos con el fin de mejorar sus
actividades empresariales y su eficacia comercial. La experiencia
también ha mostrado que las economías pequeñas se pueden beneficiar de
la globalización del sector de la TI.
Por último, este Simposio analizará la dinámica del sector de la TI,
incluidos los acontecimientos más recientes en materia de convergencia
tecnológica, la repercusión de la globalización y los retos que debe
superar el comercio comprendido en el ATI para seguir creciendo.
Ahora que abordamos el último tramo de las negociaciones del Programa de
Doha para el Desarrollo, es importante tener presente la contribución
que una ambiciosa iniciativa de reducir los obstáculos al comercio de
productos industriales, como el ATI, puede aportar al desarrollo en todo
el espectro de los Miembros de la OMC. Espero que el ejemplo del ATI
inspire a los negociadores comerciales cuando traten de llegar a una
convergencia para reducir los obstáculos arancelarios y no arancelarios
a los productos industriales en la Ronda de Doha. El ATI constituye una
prueba clara de que las negociaciones comerciales pueden aportar
ganancias a todos. Y los negociadores comerciales deberían meditar en
este ejemplo: los bienes y servicios de reciente invención se comercian
libremente, lo que probablemente significa que los aranceles son cosa
del pasado. ¡Que piensen en el futuro!
Permítanme desearles mucho éxito en sus deliberaciones y un fructífero
Simposio.
Gracias.
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