WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

Observaciones del Director General Roberto Azevêdo


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> Discursos: Roberto Azevêdo

> La facilitación del comercio electrónico puede estimular el crecimiento y el desarrollo — Director General Azevêdo

Gracias, Embajador Choi,
Directora Ejecutiva Arancha González,
Distinguidos invitados,
Excelencias,
Señoras y señores,
Buenos días.

En primer lugar, deseo felicitar a los países MIKTA — México, Indonesia, Corea, Turquía y Australia — por su iniciativa y por invitarme a participar en estos debates.

Está claro que el comercio electrónico proporciona grandes oportunidades de crecimiento, desarrollo y creación de empleo.

Pienso, pues, que está igual de claro que la comunidad internacional debe esforzarse por asegurar que todos dispongan de esas oportunidades.

El comercio electrónico forma parte integrante del comercio internacional desde hace ya tiempo, pero ha cobrado mayor importancia en el último decenio. Los rápidos avances tecnológicos y el constante aumento del número de usuarios de Internet están cambiando la manera tradicional de hacer negocios y llevar a cabo actividades comerciales.

Las cifras hablan por sí solas.

Entre 2000 y 2015, la penetración de Internet pasó del 6,5% al 43% de la población mundial.

Se calcula que en 2013 el comercio electrónico mundial de empresa a consumidor se cifró en 1,2 billones de dólares EE.UU.

El valor del comercio electrónico de empresa a empresa, por su parte, superó los 15 billones de dólares EE.UU.

Al reducir los costos del comercio derivados de la distancia física, el comercio electrónico permite a las empresas acceder al mercado mundial, llegar a una red más amplia de compradores y participar en el comercio internacional.

Una mayor difusión de estas tecnologías ha hecho posible asimismo que empresas de países en desarrollo también puedan acceder a las oportunidades comerciales que genera el comercio electrónico, y algunas han realizado avances importantes en los últimos años.

Pero todavía queda un largo camino por recorrer. En el mundo en desarrollo 4.000 millones de personas siguen sin estar conectadas. De los casi 1.000 millones de habitantes de los PMA, alrededor de 850 millones no usan Internet. Se trata, pues, de un gran desafío.

Es esencial estar conectado, pero no podemos dar por sentado sin más que la gente se beneficiará automáticamente de mayores oportunidades en cuanto esté en línea. Es una condición necesaria, pero no suficiente. Otros muchos obstáculos económicos y tecnológicos también pueden causar dificultades, como, por ejemplo, unos sistemas financieros y de pago poco desarrollados, la escasa confianza de los consumidores y unos marcos jurídicos y reglamentarios deficientes.

Las empresas de mayor tamaño tienen la posibilidad de sortear estos problemas; las más pequeñas, a menudo no la tienen.

No es de extrañar, pues, que el comercio electrónico fuera un tema destacado en el taller sobre las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) organizado el mes pasado por otro grupo de Miembros.

Creo, por tanto, que quizá sea útil analizar cómo pueden facilitar las nuevas tecnologías la participación de los agentes más pequeños en la economía mundial.

Podríamos analizar, por ejemplo, cómo podemos asegurarnos de que mediante normas multilaterales, las MIPYME se beneficien de procedimientos armonizados y de costos de explotación reducidos.

Podríamos analizar también cómo podemos prestar apoyo a los pequeños proveedores para que comercialicen sus productos en un plazo oportuno, con precios competitivos y con una atención al cliente fiable. Así, los consumidores tendrían plena confianza en las MIPYME para realizar sus compras en el entorno digital. De lo contrario, los consumidores preferirán siempre a los grandes proveedores más conocidos.

Corren por ahí muchas ideas interesantes. En las últimas semanas me he reunido con varios representantes del sector, entre ellos el fundador de Alibaba, Jack Ma, quien propone la creación de centros electrónicos, o zonas de libre comercio digitales, para las pequeñas empresas. Seguiremos debatiendo sobre este tema en las próximas semanas.

También los representantes empresariales que participaron en el evento "Diálogo sobre el comercio", organizado aquí en la OMC el 30 de mayo, abordaron el tema de la relación entre MIPYME y comercio electrónico.

Asistieron a ese encuentro unos 60 directivos de empresas pequeñas y grandes, tanto de países desarrollados como de países en desarrollo.

Concluyeron que el comercio electrónico es una esfera en la que la OMC tiene mucho que aportar. Además de las cuestiones relacionadas con las MIPYME, propusieron adoptar medidas para:

  • aumentar la transparencia y la no discriminación;
  • armonizar las prácticas y los procedimientos del comercio electrónico; y
  • mejorar la protección del consumidor.

Pienso, pues, que esas conversaciones proporcionaron materia de reflexión.

Sin duda se trata de un debate complejo que abarca muy diversas cuestiones, pero resulta interesante observar que algunos temas parecen repetirse.

A mi juicio, ahora lo importante es que nos dediquemos a debatir estos temas. Necesitamos entender mejor este asunto, y por eso acogemos con agrado este taller. Y me complace ver hoy representadas aquí a muy diversas organizaciones y muchos puntos de vista.

Pienso que, al estudiar estas cuestiones, debemos procurar trabajar sobre la base de la labor que ya está llevándose a cabo. La UNCTAD, el ITC y otros están dedicándose a ellas. Los propios Miembros de la OMC prosiguen sus conversaciones en el contexto del Programa de Trabajo sobre el Comercio Electrónico, bajo la dirección del Embajador Suescum en calidad de Amigo de la Presidencia del Consejo General para el Comercio Electrónico.

Pero da la impresión, tal vez gracias al éxito de nuestras dos últimas Conferencias Ministeriales, de que el debate es ahora considerablemente más dinámico de lo que venía siendo en los últimos años. Se respira un nuevo aire de apertura y optimismo, lo cual, a mi modo de ver, tiene que ser positivo.

Ahora son los Miembros quienes deben decidir si van a continuar este debate en el seno de la OMC y cómo van a hacerlo.

Resulta alentador que un Miembro ya haya presentado un documento no oficial sobre cuestiones relacionadas con el comercio electrónico, y, por lo que sé, es posible que se presenten más.

Espero que el taller de hoy nos permita entender mejor los desafíos y las oportunidades que presenta el comercio electrónico, y que aporte ideas interesantes y concretas sobre las que tratar en futuros debates.

Los insto, pues, a que centren el diálogo en cómo puede ayudar la OMC y lo orienten hacia el logro de resultados.

Espero con interés conocer las conclusiones de sus deliberaciones.

Muchas gracias.

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