DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO

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Observaciones del Director General Roberto Azevêdo

Buenos días a todos.

Me complace darles la bienvenida a este Taller de Investigación sobre la Cadena de Bloques y el Comercio Internacional. Es la primera actividad que la OMC organiza sobre la cadena de bloques.

Quiero empezar dando las gracias a nuestra División de Estudios Económicos y Estadística por organizar la sesión de hoy.

Nos hallamos en medio de una revolución digital sin precedentes.

Hace unas semanas presentamos el Informe sobre el comercio mundial de este año, en el que se examina cómo las tecnologías digitales están transformando el comercio mundial y cuáles son los desafíos y las oportunidades que ello traerá consigo.

La cadena de bloques es una de las tecnologías que analizamos en el Informe.

Hoy presentamos otra publicación, titulada "¿Pueden las cadenas de bloques revolucionar el comercio internacional?".

En esta publicación se investigan más a fondo las cuestiones tratadas en el Informe sobre el comercio mundial, prestándose especial atención a la cadena de bloques y analizándose en detalle los efectos que la tecnología de registro distribuido podría tener en el comercio internacional.

Dentro de unos momentos, la propia autora de esta nueva publicación, Emmanuelle Ganne, les ofrecerá una visión general de sus conclusiones.

Pero antes permítanme que comparta unas reflexiones con ustedes.

Todo el mundo ha oído hablar de la cadena de bloques. Se ha convertido en uno de esos términos de moda que se oyen continuamente. Pero el concepto requiere un examen más atento.

Esta tecnología surgió durante la crisis financiera de 2008, en un momento en que la gente confiaba muy poco en las instituciones, y en particular en las instituciones financieras. Y empezó a ser conocida por ser la tecnología en la que se basa bitcoin, la famosa y muy polémica criptomoneda.

Aunque la cadena de bloques sigue asociándose con frecuencia a bitcoin, va mucho más allá.

El propio término "cadena de bloques" oculta una realidad compleja.

A menudo se utiliza de manera genérica para referirse a la tecnología de registro distribuido. Pero, de hecho, existen distintas tecnologías de registro distribuido, y muchas aplicaciones posibles de esta tecnología.

¿Cómo podrían afectar las cadenas de bloques al comercio internacional? La verdad es que de muchas maneras.

En las transacciones del comercio internacional intervienen a menudo decenas de actores de la cadena de suministro y se sigue haciendo mucho uso del papel.

Las cadenas de bloques podrían mejorar la transparencia y rastreabilidad de las cadenas de suministro, acelerar la digitalización de las transacciones comerciales y automatizar los procesos.

Podrían dar lugar a una nueva generación de servicios, en particular en esferas como el transporte y la logística, los servicios financieros y los seguros.

Podrían facilitar el acceso de las pequeñas empresas a los mercados mundiales y a la financiación del comercio, al permitirles crear una identidad digital y entablar relaciones de confianza con asociados de todo el mundo.

También podrían incidir en la administración y observancia de los derechos de propiedad intelectual y alterar en consecuencia el panorama de la competencia.

Además, podrían reducir considerablemente los costos y generar importantes beneficios. Según las estimaciones de un estudio reciente, los beneficios derivados de la cadena de bloques podrían ascender a 3 billones de dólares a nivel mundial de aquí a 2030.

Para hacerse una idea de los efectos que esta tecnología podría tener en el comercio internacional no hay que buscar muy lejos. Cada vez hay más aplicaciones concretas de esta tecnología en la vida real.

Algunos minoristas la utilizan cada día para rastrear millones de paquetes en sus cadenas de suministro. En los ámbitos del transporte y la financiación del comercio, algunas plataformas basadas en la cadena de bloques procesan ya operaciones reales. Las autoridades aduaneras y otros organismos públicos están investigando también esta tecnología. Esta mañana, los ponentes les presentarán a ustedes con más detalle algunos de estos ejemplos.

No obstante, la cadena de bloques no se adapta a todo tipo de situaciones. Sin duda merece gran parte del despliegue mediático que ha suscitado, pero no es una panacea.

De hecho, esta tecnología trae consigo sus propios desafíos.

Las plataformas basadas en la cadena de bloques que existen hoy aún no se comunican entre sí, y si lo hacen, es de manera muy limitada.

Es el problema de las "islas digitales", como algunos lo llaman.

Además, muchas de las aplicaciones basadas en la cadena de bloques requieren para funcionar algo más que esta tecnología.

Hace un momento he dicho que la cadena de bloques puede acelerar la digitalización de las transacciones comerciales. Pero solo podrá hacerlo si existe un marco legislativo que permita efectuar transacciones por medios electrónicos, y si las leyes reconocen la validez de las transacciones electrónicas y las firmas electrónicas.

Es esencial establecer un marco reglamentario propicio. Sin un entorno normativo que permita que esta tecnología prospere, podemos estar perdiendo la oportunidad de hacer que el comercio internacional sea más eficaz y más inclusivo.

La utilización de las cadenas de bloques plantea también importantes cuestiones de política general.

Como ya he dicho, esta tecnología podría facilitar el acceso de las pequeñas empresas a los mercados mundiales y a la financiación del comercio, al permitirles crear una identidad digital.

Pero ¿y los pequeños agricultores que ni siquiera disponen de una conexión móvil a Internet? ¿Cómo podrán aprovechar ellos los posibles beneficios?

Si bien esta tecnología brinda interesantes oportunidades, está claro que también suscita problemas jurídicos, reglamentarios y políticos que merecen nuestra atención.

Debemos plantearnos cómo hacer llegar esas oportunidades a un mayor número de personas y cómo superar esos problemas.

Para ello debemos conocer realmente todos los datos: necesitamos entender bien la tecnología, y saber para qué sirve y para qué no sirve. Y lo que es más importante para nosotros, necesitamos comprender qué repercusiones tendrá en el comercio internacional.

Eso requiere un debate bien documentado, y en el que no intervengan exclusivamente los expertos en comercio. La cadena de bloques es una tecnología capaz de acabar con los compartimentos estancos; en este debate no debemos, pues, crear compartimentos estancos.

En ese debate deben participar todas las partes interesadas: la comunidad empresarial, los expertos en cadenas de bloques, las autoridades públicas, los representantes de otras organizaciones y otros muchos agentes.

Con nuestra nueva publicación, y con el evento de hoy, nos proponemos fundamentar el debate y reunir a esa comunidad más amplia.

Espero, pues, que sus debates de hoy sean muy fructíferos. Y espero también que las ideas que surjan de él contribuyan a guiar las reflexiones y las acciones de los Miembros en el futuro.

Lamentablemente, no puedo asistir a todo el evento, pero esperaré con interés un informe completo de sus deliberaciones.

Hoy contamos con un magnífico elenco de ponentes. Me consta, pues, que los dejo a ustedes en buenas manos.

Gracias por su atención. Les deseo un evento muy productivo.

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