Observaciones del Director General Azevêdo

Directores Generales,
Comisaria Sacko,
Distinguidos Ministros,
Excelencias,
Señoras y señores:

Buenas tardes y bienvenidos a nuestra Organización.

Es un placer contar con su presencia en este acto de la OMC sobre la inocuidad alimentaria y el comercio. Me complace especialmente estar acompañado por:

• el Director General de la OMS, el Sr. Ghebreyesus;
• el Director General de la FAO, el Sr. Graziano da Silva; y
• la Directora General de la OIE, la Sra. Eloit.

Gracias a todos por estar aquí hoy con nosotros y por apoyar este acto.

La comunidad de organizaciones internacionales a menudo colabora para poner de relieve cuestiones transversales concretas, y el tema que nos ocupa hoy no podría ser más importante.

El acceso a alimentos inocuos es esencial. Es un elemento central de la salud pública y será determinante para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Por ello me complace que tengamos la oportunidad de centrar la atención en esta cuestión y examinar los vínculos entre los alimentos, la salud y las políticas comerciales que contribuirán a lograr este objetivo común.

El presente debate tiene como antecedente un acto celebrado en febrero en Addis Abeba por la FAO, la OMS y la Unión Africana. Por eso es estupendo estar acompañados hoy por la Comisaria Sacko, de la Unión Africana. Dentro de unos instantes presentará un resumen de aquella conferencia.

Puede que los vínculos entre el comercio y la inocuidad alimentaria no sean perceptibles de inmediato, pero en muchas esferas de la labor de la OMC son absolutamente claros.

En este sentido, el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC es un buen ejemplo de ello.

Este Acuerdo vela por que las prescripciones en materia de inocuidad alimentaria se basen en principios científicos y se ajusten a los fines previstos. De este modo, el Acuerdo protege la salud pública y, al mismo tiempo, minimiza los costos y obstáculos al comercio innecesarios.

La FAO y la OMS contribuyen a crear un marco que permite facilitar el comercio sobre la base de unas normas alimentarias acordadas internacionalmente.

A través del Codex, la FAO y la OMS establecen normas basadas en principios científicos y convenidas a nivel internacional. Estas están reconocidas inequívocamente por el Acuerdo MSF y también son aplicables a las medidas relativas a los alimentos en el marco del Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio de la OMC.

Esta interrelación permite ilustrar la complementariedad de nuestra labor. Nuestras organizaciones también colaboran para ayudar a crear la capacidad y las competencias necesarias para ese fin, como el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio, que fue establecido por la FAO, la OMS y la OMC, junto con la OIE y el Banco Mundial. Así, pues, ya tenemos en marcha una muy buena labor.

También tenemos que estar preparados para adaptarnos a los nuevos tiempos. Actualmente parece que el mundo cambia ante nuestros ojos.

Los avances tecnológicos están revolucionando la manera de comerciar, y eso repercute en la forma en que se elaboran y aplican las medidas en materia de inocuidad alimentaria.

Debemos estudiar cómo podemos aprovechar las oportunidades que nos brinda el progreso tecnológico para respaldar la consecución de nuestros objetivos de inocuidad alimentaria y salud pública.

Tenemos que estar preparados, y eso requiere celebrar debates bien fundamentados.

Ese es exactamente el tipo de intercambio que se intenta fomentar con el acto de hoy.

A fin de acotar los debates, estos se han dividido en tres sesiones temáticas.

La primera sesión trata sobre la digitalización y sus repercusiones en la inocuidad alimentaria y el comercio.

Esta esfera tiene mucho potencial. Las nuevas tecnologías permiten recopilar y analizar datos para gestionar los riesgos relacionados con la inocuidad de los alimentos.

La certificación electrónica puede ser más fiable y eficiente que los sistemas basados en papel, lo cual permite reducir los costos y facilitar el comercio.

Las nuevas tecnologías también facilitan el acceso a la información. Para los exportadores puede exigir mucho tiempo y muchos recursos averiguar exactamente qué prescripciones sobre inocuidad alimentaria o de otro tipo deben cumplir. La posibilidad de acceder a esta información en línea puede suponer una gran diferencia, especialmente para los agentes, países y empresas más pequeños.

No obstante, para poder utilizar estas tecnologías se requiere inversión, y la brecha digital es un factor muy importante que hay que tener en cuenta en este sentido.

Por este motivo, el presente debate también debe servir para garantizar la participación de todos, especialmente los países en desarrollo y los más pequeños y vulnerables. Es necesario que esta revolución digital sea verdaderamente inclusiva.

En la segunda sesión se abordarán las sinergias entre la inocuidad alimentaria y la facilitación del comercio.

En este ámbito, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC es un aspecto importante en el que centrar la atención. El objetivo de este Acuerdo es simplificar los procedimientos en frontera para que las mercancías puedan circular con mayor fluidez y rapidez.

La reducción del tiempo necesario para que las mercancías atraviesen las fronteras puede ser decisiva cuando lo que se exporta son productos perecederos.

Obviamente, también debe garantizarse la inocuidad de los productos importados, para lo cual el Acuerdo reconoce que la cooperación entre los distintos organismos que intervienen en la frontera reviste una importancia fundamental.

Así, pues, en esta sesión se analizará cómo procurar que el trabajo llevado a cabo en los distintos frentes pueda avanzar de forma coordinada, en lo concerniente a:

• las medidas de inocuidad de los alimentos con base científica;
• las normas internacionales y los procedimientos simplificados; y
• la transparencia y la cooperación entre los organismos que intervienen en la frontera.

Desde un punto de vista más amplio, tenemos que garantizar que los marcos de reglamentación respalden todos estos aspectos. Ese es el tema de la tercera sesión.

El debate versará sobre cómo los sistemas de reglamentación sobre inocuidad alimentaria pueden adaptarse a esos nuevos retos de una forma armonizada, transparente y oportuna. También se analizarán los retos y las oportunidades para el Codex de la FAO y la OMS en el futuro.

Tenemos que velar por que el sistema internacional siga desempeñando un papel positivo en todas estas esferas y ayude a nuestros Miembros a afrontar los desafíos del mundo moderno.

Este acto debería servir de plataforma para mantener un diálogo sincero y fundamentado sobre cuestiones fundamentales.

Así que quiero aprovechar la oportunidad para dar las gracias a todas aquellas personas que han trabajado en su organización, en especial a Christiane Wolff y Rolando Alcala, de la OMC.

Este tipo de colaboración es la que nos permitirá gestionar los retos futuros en materia de políticas y construir un mañana mejor para todos.

Así que pongámonos manos a la obra. Gracias.