WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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> Discursos: Roberto Azevêdo

  

> Seminario sobre las dificultades para acceder a la financiación del comercio a un coste asequible

Sr. Presidente, Embajador Carim,

Excelencias,

Distinguidos invitados,

Señoras y señores,

Buenas tardes. Es un placer darles la bienvenida a este seminario y tener la ocasión de inaugurarlo.

Hasta un 80% del comercio mundial se apoya en alguna forma de financiación o seguro de crédito.

Sin embargo, muchos países no disponen de un sector financiero con capacidad suficiente para respaldar el comercio, y tampoco pueden acceder al sistema financiero internacional. En consecuencia, la posibilidad que tienen estos países de utilizar instrumentos sencillos, como las cartas de crédito, es escasa.

Estas limitaciones pueden afectar de forma muy significativa al potencial comercial de un país.

Por ello, la finalidad de este evento es mejorar nuestra comprensión de las dificultades existentes para acceder a la financiación del comercio a tipos asequibles, especialmente en los países en desarrollo, y considerar posibles soluciones.

En el transcurso de esta tarde y mañana por la mañana podrán examinar y debatir esta importantísima cuestión. Estoy convencido de que tendremos ocasión de escuchar una gran diversidad de puntos de vista.

Junto con los Miembros de la OMC y algunas delegaciones de las capitales, hoy también contamos con la presencia de representantes del sector privado, de otras organizaciones internacionales y de organismos reguladores.

Considero, por lo tanto, que podremos celebrar un debate muy fructífero.

El Grupo de Trabajo sobre Comercio, Deuda y Finanzas fue creado hace más de 10 años. Y lo mismo ocurre con el grupo de expertos de alto nivel especializados en la financiación del comercio, el cual responde ante mí y ante ese Grupo de Trabajo.

El grupo de expertos se reunió esta mañana para exponer sus reflexiones y ayudarnos a comprender las realidades que ellos observan sobre el terreno.

Creo que la mayoría de los miembros de este grupo están aquí esta tarde, y quisiera darles las gracias por su dedicación.

A mi juicio, este enfoque cooperativo e interinstitucional ha dado ya resultados concretos.

Por ejemplo, hemos tenido el gusto de colaborar con bancos multilaterales de desarrollo para ayudar a crear y ampliar una serie de programas de facilitación de la financiación del comercio.

Estos programas ofrecen garantías de pago para pequeñas transacciones comerciales de pymes en países donde los bancos nacionales tienen dificultades para obtener el respaldo de los grandes bancos mundiales asociados.

Por lo tanto, sirven para reducir el riesgo de la actividad comercial en esos países, o al menos la percepción de tal riesgo.

Estos programas permiten que cada año se lleven a cabo miles de pequeñas operaciones comerciales, casi todas ellas en los países más pobres, y de ese modo respaldan un volumen de comercio que ronda los 30.000 millones de dólares.

Por otra parte, estos programas constituyeron un útil instrumento anticíclico durante la crisis financiera.

Además, no cuestan ni un céntimo a los contribuyentes, lo cual es importante.

En los últimos años dichos programas se han extendido desde el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo a todos los bancos multilaterales de desarrollo, creando así una red global destinada a facilitar la financiación del comercio.

En mi opinión, nuestro trabajo ha contribuido también a otras iniciativas valiosas.

Por ejemplo, nuestro diálogo con el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea ayudó a establecer en los países en desarrollo un trato justo, prudente y razonable para la financiación del comercio.

Asimismo, estamos fomentando el desarrollo de la capacidad en materia de financiación del comercio a través de nuestro programa de aprendizaje por medios electrónicos y de nuestra participación en la creación, por parte de la Cámara de Comercio Internacional, de una nueva academia dedicada a la financiación del comercio.

Creo, pues, que estamos inmersos en una dinámica muy positiva.

Aunque, por supuesto, aún queda mucho por hacer.

Tras la crisis financiera, en los principales mercados la oferta de financiación para el comercio ha vuelto en gran medida a situarse en sus niveles habituales. Sin embargo, esto no ha sido así en todas partes ni para todos.

Las dificultades estructurales que padecen los países pobres para acceder a la financiación del comercio no han desaparecido, y de hecho es probable que las consecuencias de la crisis hayan agravado este problema.

Existen indicios de que ahora los mercados son aún más selectivos. A raíz de la creciente vigilancia reglamentaria a la que se encuentran sometidas, muchas instituciones han reducido su propensión al riesgo y han centrado en mayor medida su atención en sus clientes más consolidados. Algunas instituciones están reduciendo de forma deliberada su número de clientes, una práctica que se conoce como "huida hacia la calidad".

En este entorno el segmento inferior del mercado ha estado luchando por lograr una financiación asequible, y los actores más afectados han sido las empresas de menor tamaño de los países más pequeños y menos desarrollados.

El año pasado los Miembros nos pidieron que proporcionáramos más pruebas de la existencia de este fenómeno.

Dichas pruebas están recogidas en el documento de la Secretaría con signatura WT/WGTDF/W/74/Rev.1, que fue publicado en noviembre de 2014 y actualizado en febrero de este año.

Este documento está disponible hoy en la sala, y en él podrán encontrar una recopilación de esas pruebas, que si bien proceden de fuentes diversas, convergen hacia un mismo mensaje.

Me llamó particularmente la atención el hecho de que los déficit de financiación más importantes se observan en los países más pobres, especialmente en África y Asia. Y también me sorprendió la magnitud de dichos déficit.

En un estudio del Banco Africano de Desarrollo que abarca a 300 entidades bancarias que operan en 45 países del continente africano se indicó que el volumen del mercado de la financiación del comercio se cifraba entre 330.000 millones y 350.000 millones de dólares.

También se señaló que ese mercado podría haber sido mucho mayor si no se hubiera denegado una proporción importante de la financiación solicitada por los comerciantes.

Si se calcula a partir de estas solicitudes denegadas, el valor estimado de la demanda insatisfecha de financiación del comercio en África se sitúa entre 110.000 millones y 120.000 millones de dólares.

Este déficit equivale a un tercio del mercado existente.

Los principales motivos de rechazo de solicitudes de financiación fueron:

  • la falta de solvencia o la deficiencia del historial crediticio,
  • los límites insuficientes que aplican los bancos avalistas a los bancos emisores locales africanos,
  • el reducido tamaño de los balances de los bancos africanos, y
  • la falta de liquidez en dólares estadounidenses.

Algunas de esas limitaciones son estructurales y solo pueden abordarse a medio o largo plazo. La retirada de los bancos de ámbito mundial de África y de otros países pobres es una de esas limitaciones estructurales.

El Banco Asiático de Desarrollo llevó a cabo un estudio similar en su continente, centrándose en países como Viet Nam, Camboya, Bangladesh, Pakistán y la India.

Según las estimaciones preliminares, la demanda insatisfecha ronda los 800.000 millones de dólares.

Las restricciones de crédito afectan principalmente a las pequeñas y medianas empresas, ya que se estima que se rechaza el 50% de sus solicitudes de financiación para el comercio. En comparación, el porcentaje de denegación es de tan solo el 7% en el caso de las empresas multinacionales.

Además, dos tercios de las empresas examinadas indicaron que no buscaron alternativas para las operaciones rechazadas.

Esto significa que la existencia de esos déficit puede verse agravada por el desconocimiento por parte de las empresas de las múltiples posibilidades existentes y por su falta de familiarización con ellas, lo cual afecta especialmente a las compañías pequeñas.

La gran mayoría de las empresas señalaron que una mayor formación en cuestiones financieras les sería útil.

Estas conclusiones llaman especialmente la atención, ya que África y los países en desarrollo de Asia están entre las zonas del mundo donde el comercio creció a un ritmo mayor durante la pasada década. No obstante, las nuevas redes de producción pueden evolucionar más rápidamente que la capacidad de los sectores financieros locales para respaldarlas.

En este sentido, la falta de desarrollo del sector financiero puede ser un obstáculo importante para el comercio.

Este problema puede impedir que los países en desarrollo se integren en el sistema de comercio y que accedan a nuevas oportunidades comerciales.

Y en consecuencia, puede obstaculizar la función del comercio como importante fuente de desarrollo para esos países.

Tenemos, pues, que dar una respuesta adecuada ante esta situación.

Nuestros debates aquí pueden formar parte de esa respuesta. Debemos unir nuestras fuerzas para abogar por que se adopten medidas al respecto y para buscar soluciones prácticas.

Por supuesto, no hay ninguna solución mágica. Se trata de una cuestión compleja. Sin embargo ello no debería desalentar nuestros esfuerzos.

Los programas de facilitación de la financiación del comercio que he señalado previamente son un ejemplo de las medidas prácticas que podemos llevar adelante.

Obviamente, ello solo resuelve parte del déficit, lo que significa que se requiere una respuesta de mayor alcance.

En julio de este año tendrá lugar en Addis Abeba una importante conferencia de las Naciones Unidas sobre "Financiación para el Desarrollo". En mi opinión, es fundamental que incluyamos la financiación para el comercio en el orden del día de ese evento.

De este modo podremos garantizar que se preste a este problema la atención que merece en el debate sobre el desarrollo, especialmente cuando se están ultimando los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, cuya importancia es crucial.

En la OMC estamos haciendo todo lo posible por ayudar a los países en desarrollo a integrarse en el sistema mundial de comercio.

Este hecho se ve reflejado en nuestra labor de asistencia técnica, así como en los resultados del Paquete de Bali, que en estos momentos estamos implementando.

Y se ve reflejado también en las actuales negociaciones sobre el programa de trabajo para concluir la Ronda de Doha.

Sin embargo, la eficacia de toda esta labor se verá disminuida si no se garantiza un acceso adecuado a la financiación para el comercio.

Por todo ello, les deseo mucho éxito en las deliberaciones que van a celebrar aquí, y seguiré sus trabajos muy de cerca.

Les propongo, pues, que redoblemos nuestros esfuerzos para colaborar con miras a resolver este problema.

Gracias por su atención.

 

26.03.2015
El Director General Roberto Azevêdo pronunció el discurso de apertura en el seminario sobre “Financiación del comercio en los países en desarrollo”, que tuvo lugar en la OMC el 26 de marzo de 2015.

 

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