WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG ROBERTO AZEVÊDO


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Embajador Ong Keng Yong, Vicerrector de la Escuela S. (Sinnathamby) Rajaratnam de Estudios Internacionales,

Sr. Benedict Cheong, Director Ejecutivo de la Fundación Temasek,

Distinguidos Parlamentarios,

Excelencias,

Señoras y señores:

Buenos días. Es un placer para mí estar hoy aquí y tener la oportunidad de dirigirme a ustedes.

Como saben, la OMC celebra este año el vigésimo aniversario de su creación. Pienso, pues, que esta es una buena ocasión para reconocer la contribución que ha hecho la Organización, con el apoyo de ustedes, a la gobernanza mundial, como también al crecimiento y el desarrollo en todo el mundo a lo largo de estos dos decenios.

En la actualidad, en momentos en que la economía mundial está más interconectada que nunca, es difícil imaginar un mundo sin la OMC y el sistema de normas y estructuras que esta Organización encarna.

Desde luego, ese sistema ha evolucionado considerablemente en los 20 últimos años. Desde 1995 hemos acogido a más de 30 nuevos Miembros, entre los que se cuentan países con algunas de las economías más grandes del mundo — como China y Rusia — y otros con algunas de las economías menos adelantadas. De hecho, algunos de los Miembros de más reciente adhesión están representados aquí esta mañana.

Actualmente, los intercambios comerciales de nuestros 161 Miembros representan aproximadamente el 98% del comercio mundial. Además, gracias al paquete de decisiones que acordamos en la Novena Conferencia Ministerial, celebrada en Bali en diciembre de 2013, se han empezado a actualizar las normas comerciales multilaterales.

La primera vez que visité esta región, Singapur precisamente, lo hice como diplomático brasileño, con ocasión de la Primera Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en diciembre de 1996. Y la última fue para la Conferencia de Bali. Ambos fueron momentos muy importantes y positivos para el sistema multilateral de comercio, así que realmente puedo decirles que es un gran placer volver a estar aquí.

Como Parlamentarios, ustedes han desempeñado un papel crucial en la consecución de todos estos logros. Ustedes nos apoyan aprobando y ratificando los Acuerdos de la OMC. Nos apoyan defendiendo a la OMC y ejerciendo presión sobre los respectivos gobiernos para que intervengan en cuestiones fundamentales.

Pero, sobre todo, nos apoyan sirviendo de vínculo entre la OMC y aquellos a quienes ustedes representan en sus respectivos países. Ustedes son nuestro enlace con los trabajadores, empresarios y comerciantes, los ciudadanos comunes y corrientes que pueblan cada rincón del planeta. En última instancia, todo cuanto hacemos en la OMC es en beneficio de ellos.

Por eso este año nos proponemos redoblar nuestro diálogo habitual fortaleciendo nuestro programa de divulgación, en particular en las regiones en desarrollo. Ya se han programado varias reuniones en Mauricio, Jordania, Panamá y Marruecos para abrir el diálogo en las regiones a las que pertenecen estos países y, en los meses venideros se prevé programar otras reuniones.

Nos complace trabajar con la Escuela Rajaratnam de Estudios Internacionales y la Fundación Temasek, sin cuya cooperación no habría sido posible el diálogo de hoy. Quiero darles las gracias por su inestimable apoyo a esta labor. Este encuentro es el sexto de este tipo, y ha pasado a ser en poco tiempo la actividad de divulgación parlamentaria más importante que llevamos a cabo en Asia.

En esta ocasión nos centraremos en la aplicación del paquete de decisiones acordado en Bali. Pero, en un sentido más amplio, también deseo ofrecerles una visión más completa de la Organización, que les permita comprender mejor su trayectoria en estos 20 últimos años y los desafíos a los que hace frente actualmente.

En la OMC no nos dormimos sobre nuestros laureles. Sabemos que, como Organización, nos enfrentamos a desafíos reales, y estoy decidido a hacer cuanto esté a nuestro alcance para superarlos.

Sabemos, por ejemplo, que el ritmo de las negociaciones sigue siendo causa de especial desánimo. La mayoría de nuestras normas comerciales actuales se acordaron hace 20 años, cuando se creó la Organización.

Si bien muchas de ellas encarnan principios básicos e imperecederos, lo cierto es que nuestros textos jurídicos todavía no han traspuesto realmente el umbral del siglo XXI.

Necesitamos obtener más resultados, y más rápidamente. Haremos cuanto esté en nuestras manos para conseguirlo, trabajando en colaboración con los Miembros. También para ello el apoyo de todos ustedes será de vital importancia.

Pasaré ahora a referirme a esferas específicas en las que debemos trabajar juntos en los próximos meses; comenzaré por la aplicación de lo ya acordado para pasar luego al actual programa de negociación.

ACUERDO SOBRE FACILITACIÓN DEL COMERCIO

Creo que todos ustedes son conscientes de la importancia del Paquete de Bali, tanto desde el punto de vista económico como por lo que representa para el fortalecimiento y la viabilidad de la OMC.

Ahora tiene máxima prioridad llevar a la práctica lo acordado en Bali. Y esa labor está ya muy avanzada.

Por ejemplo, ya han comenzado las conversaciones encaminadas a hallar una solución permanente para la cuestión de la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria. Y hemos hecho especial hincapié en la aplicación de las decisiones que constituyen intereses particulares de los países menos adelantados — los PMA-.

Y estamos realizando considerables progresos en la aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Este Acuerdo ayudará a simplificar y armonizar las formalidades aduaneras de todos los Miembros de la OMC, lo que permitirá reducir el tiempo necesario para realizar operaciones comerciales en todo el mundo, así como su costo. En este sentido, el Acuerdo puede dar un oportuno impulso a la economía mundial, que como todos ustedes saben necesita estímulo.

En efecto, se calcula que el Acuerdo podría reducir el costo de comerciar en un 10% para los países desarrollados y hasta en un 15% para los países en desarrollo.

Asimismo, según algunos estudios, el Acuerdo podría hacer aumentar las exportaciones de los países en desarrollo en un 20% aproximadamente.

Se calcula que, globalmente, la cuantía de los beneficios podría alcanzar 1 billón de dólares EE.UU. por año y que se crearían unos 21 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo, la gran mayoría de ellos (cerca de 18 millones) en países en desarrollo.

Además, el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio ha introducido un cambio sin precedentes en beneficio de los países en desarrollo en materia de aplicación. En efecto, por primera vez será obligatorio prestar asistencia técnica a los países que carecen de la capacidad necesaria para aplicar el Acuerdo.

Por ello hemos creado el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que tiene por objeto ayudar a crear esa capacidad en los países en desarrollo. Gracias al Mecanismo, los países en desarrollo y los países menos adelantados pueden tener la seguridad de que recibirán el apoyo que necesiten.

Desde luego, esos beneficios solo podrán obtenerse cuando haya entrado en vigor el Acuerdo. Para ello se necesita que dos tercios de los Miembros depositen los instrumentos de aceptación.

Esta es una tarea urgente, y la pelota está ahora del lado de ustedes.

El apoyo de ustedes en calidad de Parlamentarios es indispensable para garantizar que en cada país se dé término a esos procesos.

Algunos Miembros ya lo han hecho, y los de esta región se cuentan entre los primeros.

Les pido que sigan haciendo avanzar este proceso, que es sumamente importante para el sistema y para la economía mundial.

 

ENMIENDA DEL ACUERDO SOBRE LOS ADPIC

Tenemos por delante una tarea similar en lo que respecta a cumplir el mandato conferido en la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública.

La Declaración tenía por objeto garantizar que los Miembros cuya capacidad de fabricación en el sector farmacéutico fuera insuficiente tuvieran acceso a medicamentos.

Esto llevó a un régimen relativo a las licencias obligatorias especiales para fabricar y exportar productos farmacéuticos destinados a satisfacer las necesidades de los pacientes en esos países.

En un principio (2003) esto se puso en práctica por medio de una exención, y posteriormente por medio de una modificación, la primera modificación de un acuerdo multilateral de la OMC.

También en este caso ya es hora de que esa modificación entre en vigor.

Así lo han reclamado la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo Económico y Social, la Organización Mundial de la Salud y el ONUSIDA.

Como en el caso del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, para que la modificación pueda entrar en vigor dos tercios de los Miembros deben confirmar su aceptación. Alrededor de la mitad de nuestros Miembros ya han dado ese paso. Esos Miembros, de todas las regiones y de todos los niveles de desarrollo, constituyen una muestra representativa de la totalidad de los Miembros de la OMC.

Necesitamos que otros 27 Miembros acepten la modificación para que entre en vigor. No me cabe duda de que este objetivo es perfectamente factible y que se alcanzará en el transcurso de este año, esperemos que para la Décima Conferencia Ministerial, que se celebrará en Nairobi.

Hasta la fecha, esto ha sido muy fácil para la mayoría de los Miembros por una sencilla razón: al fin y al cabo, no se trata de contraer nuevas obligaciones internacionales sino, pura y simplemente, de reconocer el derecho de todos los Miembros a usar este sistema jurídico si así lo desean y cuando lo deseen.

Para impulsar el proceso, he escrito a los Ministros de todos los Miembros de la OMC interesados para pedirles que consideren la posibilidad de dar este paso.

También en esta esfera la ayuda de ustedes será de vital importancia. Debemos concluir este proceso para incrementar el acceso a los medicamentos, en particular en África.

Por lo tanto, les pido que alienten a sus gobiernos a tomar las medidas necesarias para llevar a buen término este proceso.

Estas son, naturalmente, las cuestiones ya acordadas.

Además de aplicar estas decisiones, debemos lograr nuevos resultados negociados que contribuyan a fortalecer y estabilizar la economía mundial.

 

NEGOCIACIONES

En la actualidad están celebrándose negociaciones en varias esferas de la OMC.

Algunos Miembros de esta región, por ejemplo, están celebrando negociaciones acerca del Acuerdo sobre Bienes Ambientales y la ampliación del Acuerdo sobre Tecnología de la Información.

Estas son iniciativas importantes, que podrían reportar cuantiosos beneficios económicos y beneficiar a todos los Miembros de la OMC, no solo a los signatarios.

Pero, sin duda, lo que aquí reclama nuestra atención con carácter prioritario es el Programa de Doha para el Desarrollo (el PDD). Como he dicho antes, desde 2001 vienen celebrándose negociaciones sobre el PDD y esto es, desde luego, demasiado tiempo.

En Bali y en noviembre del año pasado, todos y cada uno de los Miembros de la OMC se comprometieron a llevar adelante esta labor. Ahora nuestro objetivo es acordar, a más tardar en julio de este año, un programa de trabajo detallado sobre las cuestiones por resolver del PDD.

Y me complace enormemente poder decir que, después de muchos años de estancamiento, las negociaciones han empezado a avanzar de nuevo.

Esto adquiere aun mayor importancia si se tiene en cuenta que nuestra próxima Conferencia Ministerial se celebrará en Nairobi en diciembre de este año.

Es la primera vez que un encuentro de ese tipo tiene lugar en África desde la creación de la OMC, lo cual, evidentemente, pone aún más de relieve la necesidad de lograr resultados para los países en desarrollo.

Cuestiones tan importantes y difíciles como la agricultura, los servicios y los productos industriales vuelven a estar sobre la mesa.

En ese sentido, creo que la OMC ha recibido un verdadero impulso.

En enero iniciamos un intenso proceso de conversaciones, y hasta ahora se han observado una ardua labor y una fuerte participación.

Los Miembros están llegando al fondo de las cuestiones, abandonando sus zonas de confort, y empiezan a presentar nuevas propuestas.

Están dejando de acusarse unos a otros y tratando de encontrar soluciones.

Pero eso no significa que nuestro trabajo haya acabado. Aún tenemos que salvar algunas diferencias muy importantes.

Hacer avanzar el Programa de Doha para el Desarrollo va a seguir siendo increíblemente difícil. Pero los Miembros tienen el firme propósito de dar impulso a esos esfuerzos.

En las semanas y meses venideros debemos redoblar nuestros esfuerzos y concluir esta labor; por eso les pido que nos ayuden a lograr que los gobiernos de sus países sigan participando y sigan prestando especial atención a estas negociaciones, así como a crear y mantener la tan necesaria voluntad política.

Desde luego hay actualmente otras iniciativas comerciales en el mundo que frecuentemente acaparan los titulares de los periódicos. En general, son muy positivas y todas se sustentan en las normas multilaterales de la OMC. Pero es importante recordar que no pueden sustituir a la OMC, aunque complementen el sistema multilateral.

Hay varias cuestiones de gran interés — como las negociaciones sobre facilitación del comercio o las subvenciones a la agricultura y la pesca — que solo pueden abordarse eficientemente a través de la OMC.

Además, la OMC es el único lugar donde todas las voces son oídas, donde todos tienen derecho a hacerse oír y donde todos tienen un lugar en la mesa de las negociaciones.

 

CONCLUSIÓN

Así pues, debemos demostrar una vez más — como lo hicimos en Bali — que la OMC puede obtener resultados.

Espero haberles ayudado a formarse una idea de la importancia que sigue teniendo nuestra labor — su labor — y de las oportunidades que nos depara el futuro.

Para terminar, quisiera señalar que, además de la aplicación del Paquete de Bali, de la modificación del Acuerdo sobre los ADPIC y del logro de un acuerdo sobre el programa de trabajo para el PDD a más tardar en julio, tenemos por delante importantes desafíos que arrostrar e hitos que alcanzar:

  • a finales de junio tendrá lugar el Examen Global de la Ayuda para el Comercio, que es muy importante para los donantes y los beneficiarios;
  • se celebrarán las Cumbres de las Naciones Unidas sobre la financiación para el desarrollo en el mes de julio, y sobre la agenda para el desarrollo después de 2015, en septiembre;
  • en octubre se celebrará el Foro Público de la OMC;
  • y en diciembre se celebrará la Conferencia Ministerial en Nairobi.

La mejor manera de celebrar nuestro vigésimo aniversario sería logrando el éxito en cada uno de esos ámbitos. En todos los casos, esperamos contar con el apoyo activo de todos ustedes.

En tanto que Parlamentarios, su participación es de crucial importancia para toda nuestra labor, porque a través de ustedes nos llegan las voces de los pueblos a los que estamos aquí para servir. Y no hay nada, absolutamente nada, más importante que eso.

Muchas gracias por su atención.

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