Excelencias,
Señoras y señores,

Es para mí un gran placer estar hoy aquí con ustedes, y dar la bienvenida en la OMC a mi homólogo en la CITES, el Secretario General John Scanlon.

Considero muy oportuno que celebremos este acto de presentación paralelamente a la reunión del CCMA, ya que este ha contribuido de manera esencial a promover una relación de apoyo mutuo entre la CITES y la OMC a lo largo de los años.

También es un momento particularmente apropiado porque se acercan las fechas de varios hitos en el camino hacia el desarrollo sostenible, entre ellos la Cumbre sobre la agenda para el desarrollo después de 2015 -que se celebrará en las Naciones Unidas en septiembre- y la Conferencia sobre el Cambio Climático, que tendrá lugar en París en el mes de diciembre.

La CITES y la OMC colaboran con éxito en el ámbito del desarrollo sostenible desde hace varios decenios, y pienso que esa experiencia puede ser muy útil para estas iniciativas.

Por esa razón, el Secretario General Scanlon y yo pensamos que había llegado el momento de pedir a nuestros respectivos equipos que examinaran más detenidamente la relación entre la CITES y la OMC y su evolución a lo largo de los años.

En este contexto, me gustaría aprovechar la oportunidad para:

• hablar de la importancia de la relación entre la CITES y la OMC;
• determinar algunos de los factores que han acercado a nuestras organizaciones; y
• exponer métodos prácticos para promover y profundizar nuestra relación.

LA CITES Y LA OMC - EL CONTEXTO MÁS AMPLIO

La colaboración entre la OMC y la CITES se entiende mejor en el contexto de lo que los fundadores de la OMC vieron con toda claridad hace 20 años: hay una estrecha relación entre el bienestar de las sociedades, las economías y los hábitats.

Tomar conciencia de este hecho fue lo que llevó a nuestros fundadores a consagrar el principio de desarrollo sostenible en nuestro documento fundacional, el Acuerdo de Marrakech.

Esa conciencia también dio forma a la visión de la OMC, basada en la idea de que la cooperación comercial mundial es fundamental para alcanzar los objetivos económicos, medioambientales y de desarrollo.

Pero para que esta visión se haga realidad, y para que los avances en el desarrollo sostenible sean duraderos, debemos velar por que las políticas aplicadas en las distintas esferas vayan de la mano.

Cuando las medidas políticas adoptadas en una esfera producen resultados positivos en otra esfera, nos encontramos en una situación beneficiosa para todos.

Y la buena noticia es que está demostrado que es posible obtener resultados beneficiosos a la vez para el comercio, para los medios de vida rurales y para la supervivencia de las especies a largo plazo.

Por esta razón la CITES y la OMC han cooperado en los últimos decenios a fin de ayudar a los países a determinar y aprovechar situaciones beneficiosas para estas tres esferas.

La fauna y la flora silvestres pueden ayudar a proporcionar medios de subsistencia a las comunidades autóctonas, en particular a través del comercio legal y sostenible de estos recursos.

Y esto, a su vez, puede ser un incentivo para invertir en la conservación de la naturaleza, la aplicación de la ley y la preservación de la fauna y la flora silvestres.

Hemos observado sinergias de este tipo en numerosas ocasiones.

Por ejemplo, el comercio de ciertos peces ornamentales procedentes del Amazonas brasileño ha sido un incentivo para la buena administración de las zonas aluviales y ha impedido que se produzcan cambios destructivos en el uso de la tierra.

Análogamente, el comercio legal y sostenible ha sustituido con éxito al comercio ilegal de pieles de cocodrilo destinadas al sector de la moda de lujo.

Pero es evidente que este tipo de comercio debe gestionarse con mucho cuidado. Por eso son tan importantes las iniciativas con que la CITES y otros organismos tratan de poner freno al comercio insostenible e ilegal de la fauna y la flora silvestres.

LA CITES Y LA OMC - ELEMENTOS QUE PROMUEVEN EL APOYO MUTUO

La cooperación entre la CITES y la OMC se ha fortalecido a lo largo de los años.

La evolución positiva de esta relación es tanto más destacable porque no era algo evidente. De hecho, algunos predecían desde hacía tiempo que los dos sistemas entrarían en conflicto.

Pero esas predicciones no se han cumplido. Y eso, a mi juicio, se debe a varios factores.

Mencionaré brevemente cuatro de ellos.

El primero es que la CITES y la OMC encarnan ambas la convicción de que el multilateralismo y el imperio de la ley son indispensables para hacer frente a los desafíos que transcienden las fronteras nacionales. Este es un principio fundamental que compartimos.

El segundo factor es nuestra fe común en la importancia de la transparencia.

Ya en 1976 varias Partes Contratantes del GATT empezaron a notificar a sus interlocutores comerciales las medidas que habían adoptado en el marco de la CITES.

En la OMC, atribuimos gran importancia a las notificaciones en tanto que instrumentos para garantizar la certidumbre y la previsibilidad en las relaciones comerciales.

Pero, en este caso en concreto, esas primeras notificaciones de medidas adoptadas en el marco de la CITES que recibió la OMC sirvieron además para que la OMC incorporase a la CITES en su labor ordinaria y cotidiana.

Eso contribuyó a desmitificar el nuevo Convenio ante los responsables de las políticas comerciales y a crear un clima de confianza entre las dos organizaciones.

El tercer factor que deseo señalar es que el sistema multilateral de comercio es capaz de tener en cuenta las cuestiones medioambientales, entre ellas las medidas destinadas a proteger y conservar los recursos naturales.

Nuestras normas dejan a los Miembros amplio margen y flexibilidad para alcanzar objetivos legítimos de política ambiental u otros objetivos de política pública, y ello no afecta en modo alguno a nuestro cometido de mantener el proteccionismo firmemente bajo control.

Y en los dos últimos decenios, varias medidas relacionadas con el medio ambiente se han sometido a nuestro sistema de solución de diferencias para determinar su conformidad con nuestras normas.

Algunas de las medidas en cuestión trataban de lograr varios objetivos de política relacionados con la conservación de las especies, entre ellas las tortugas de mar y los delfines.

En una diferencia de particular trascendencia planteada en la OMC -"Estados Unidos - Camarones"-, se tuvo incluso en cuenta específicamente la importancia de la CITES.

Esta jurisprudencia ha confirmado que se puede permitir a los Miembros aplicar medidas ambientales que restringen el comercio.

Pero los Miembros también deben cumplir determinadas condiciones para que las medidas ambientales no se utilicen como una forma encubierta de proteccionismo.

Por lo tanto, el equilibrio implícito en estas resoluciones permite elaborar reglamentaciones medioambientales eficaces, incluidas aquellas cuyo objeto es la protección de los recursos naturales.

El cuarto factor gracias al cual la CITES y la OMC han mantenido una colaboración coherente es el marco institucional de la OMC, en particular el Comité de Comercio y Medio Ambiente, el CCMA.

El CCMA ha proporcionado un foro en el que la CITES y la OMC pueden intercambiar experiencias en un ambiente informal.

Las conversaciones anteriores se han centrado no solo en los aspectos institucionales de la relación entre la OMC y los AMUMA, sino también en los aspectos relacionados con el comercio de cuestiones concretas tratadas por la CITES y otros AMUMA.

Por ejemplo, me complació saber que muchas delegaciones participaron activamente en recientes debates mantenidos en el CCMA sobre ciertos aspectos comerciales de la extracción ilegal de madera.

Estos debates, que se beneficiaron enormemente de las contribuciones de la CITES, ilustran muy bien el papel del CCMA, que es el de estrechar los vínculos entre la comunidad comercial y los responsables de las políticas medioambientales.

Los animo a que sigan participando en la esencial labor llevada a cabo por el CCMA.

Y pienso que, a su debido tiempo, será importante que los delegados del CCMA reflexionen sobre cómo hacer avanzar la labor del CCMA a fin de sacar el máximo provecho a este foro.

CON MIRAS AL FUTURO

Creo que en el futuro debemos trabajar sobre la base de la fructífera asociación entre la CITES y la OMC.

El Programa de Doha hace hincapié en la relación entre la OMC y los AMUMA, y ofrece la oportunidad de formalizar la cooperación existente entre la OMC y los AMUMA.

Los avances en estas negociaciones ayudarían a evitar posibles conflictos entre las normas de la OMC y las de los AMUMA, por ejemplo fortaleciendo la cooperación a nivel nacional entre los organismos públicos que se ocupan del comercio y del medio ambiente.

Los Miembros de la OMC han desplegado grandes esfuerzos para hacer avanzar este mandato.

Como he dicho antes, 2015 es un año significativo para el medio ambiente y el desarrollo sostenible, pero también lo es para la OMC, porque en diciembre celebraremos, en Nairobi, nuestra Décima Conferencia Ministerial.

Es la primera Conferencia Ministerial de la OMC que se organiza en África, y creo que es importante que allí hagamos todo lo posible para lograr resultados que apoyen el desarrollo sostenible.

A la vez que seguimos trabajando en estas negociaciones, se abren ante nosotros otras vías de cooperación.

Sentí especial satisfacción, por ejemplo, al oír decir a nuestros colegas de la CITES que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que concluimos en 2013, es a su juicio una herramienta útil, que puede respaldar y complementar sus propios esfuerzos en esta esfera.

De hecho, la facilitación del comercio, dentro de un marco de política general coherente, puede ser un elemento importante para fomentar las sinergias entre el comercio, la conservación de la fauna y la flora silvestres y el desarrollo.

Esta es una razón más para procurar que el Acuerdo se ratifique cuanto antes.

CONCLUSIÓN

Para concluir, pienso que indudablemente la CITES y la OMC desempeñan un importante papel en el apoyo al desarrollo sostenible.

A lo largo de los años las dos organizaciones han encontrado formas de colaboración pragmáticas para promover el bienestar de las economías, los hábitats y las sociedades.

Pero el desarrollo sostenible sigue siendo un trabajo en curso. Se están desaprovechando muchas posibilidades beneficiosas para el comercio, el medio ambiente y el desarrollo.

Por lo tanto, debemos seguir reforzando la colaboración entre nuestras dos organizaciones.

Muchas gracias por su atención.