Gracias Sra. Presidenta, Embajadora O'Brien,

Embajadora Salleh,

Secretario General Kituyi,

Directora Ejecutiva González,

Excelencias,

Señoras y señores,

Bienvenidos. Es para mí un gran placer estar aquí hoy. Como de costumbre, estamos encantados de acoger este evento.

El año pasado fue muy importante porque celebramos los 50 años del ITC.

Este año coincide con el inicio del nuevo Plan Estratégico de la organización. Nos reunimos en un momento en que en muchos aspectos el desarrollo es un importante elemento del debate global, como por ejemplo:

• la semana que viene, aquí en la OMC, se celebrará el Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio,
• en julio tendrá lugar en Addis Abeba la tercera Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo,
• en septiembre se celebrará en las Naciones Unidas la Cumbre de la agenda para el desarrollo después de 2015,
• también se reunirá la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París,
• y, naturalmente, en diciembre celebraremos la Conferencia Ministerial de la OMC en Nairobi. Será la primera vez que celebremos una conferencia de ese tipo en África.

Así pues, el entorno en que nos reunimos no podría ser más propicio. Creo que aclara toda nuestra labor y la sitúa en su debida perspectiva.

Desde su creación, el ITC ha sido un asociado muy valioso del sistema multilateral de comercio.

Y este año me parece que toda la comunidad del comercio y el desarrollo se va a reunir precisamente para recalcar el papel que puede desempeñar el comercio en favor de los países en desarrollo y los países menos adelantados.

Sorprende que en los 25 últimos años, más de 1.000 millones de personas de todo el mundo hayan salido de la pobreza. No me cabe la menor duda de que el comercio ha contribuido muchísimo a este éxito y debe contribuir con todas sus posibilidades a reducir aún más la pobreza.

Para lograrlo, debemos redoblar nuestros esfuerzos por llegar más a las comunidades que no se han beneficiado tanto como otras del crecimiento del comercio.

Creo que esta misión une a todas nuestras organizaciones.

En este contexto, la labor del ITC para mejorar el entorno institucional de los exportadores potenciales de los países en desarrollo es más importante que nunca.

Las pymes -que son fundamentales para la labor del ITC- son una fuente importante de empleo. De hecho, esas empresas emplean a más del 60% de la fuerza de trabajo del sector privado, a nivel mundial.

Y cuando las pymes se conectan a las cadenas de suministro mundiales -lo cual es un importante fenómeno- a menudo los beneficios del comercio van a los sectores de la economía que más pueden ser objeto de marginación.

Es un aspecto que tenemos muy presente.

Hay muchos grupos de ese tipo que, en la actualidad, no se benefician plenamente del comercio, por ejemplo, las mujeres, los jóvenes, quienes viven en zonas rurales remotas o quienes trabajan en el sector informal.

Por ello es indispensable que las actividades del ITC sigan respondiendo a esos retos. Me complace comprobar que así se ha tenido en cuenta, en el Plan Estratégico del ITC.

En la OMC valoramos el apoyo que nos presta el ITC para que el sistema multilateral de comercio sea inclusivo.

Permítanme dar algunos ejemplos de esferas en que creo que esta colaboración es particularmente importante.

Ya me he referido a la iniciativa de Ayuda para el Comercio. Ahora es parte integrante de la estructura institucional y de los servicios que presta el ITC, al que a menudo se considera "una organización de ayuda para el comercio al 100%".

Solo quedan un par de días hasta que se inicie el Quinto Examen Global de la Ayuda para el Comercio. El tema de este año es "Reducir los costos del comercio con miras a un crecimiento inclusivo y sostenible".

Asistirán al Examen Global participantes de todo el mundo: ministros, jefes de organizaciones, representantes del sector privado, expertos en comercio y en desarrollo.

Será una reunión muy rica, que brindará una excelente ocasión en este momento de discutir la forma de reducir los elevados costos del comercio y de repartir más los beneficios del comercio.

Por ello me complace ver que el ITC participará activamente, compartiendo su experiencia y contribuyendo al debate.

Ahora que hablamos de los costos del comercio, permítanme decir unas pocas palabras respecto del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.

Este Acuerdo permitirá reducir estos costos, estableciendo procedimientos en frontera más sencillos, más previsibles y simplificados.

Se estima que podría aportar más de 1 billón de dólares a la economía mundial y crearía 21 millones de empleos, 18 millones de ellos en los países en desarrollo.

Otra característica de este Acuerdo es que dispone que hay que proporcionar ayuda práctica a los países en desarrollo que la necesiten para aplicar las disposiciones pertinentes.

El Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio se creó con este fin, y ha empezado muy bien.

El ITC ha hecho una excelente labor en esta esfera, ayudando a los países a:

1. clasificar sus compromisos en materia de facilitación del comercio,
2. sensibilizar a la opinión, y
3. apoyar la creación de capacidad.

Así pues, alentamos a las capitales a que ratifiquen el Acuerdo, y contamos con la ayuda del ITC para propiciar esta iniciativa.

Otro ejemplo de colaboración entre la OMC y el ITC –y también la UNCTAD- es su asociación en el Marco Integrado mejorado, el MIM.

El MIM ayuda a los países menos adelantados a participar de forma más activa en el sistema multilateral de comercio y a resolver los obstáculos al comercio. Hasta ahora el MIM ha intervenido en 50 países beneficiarios y ha obtenido resultados concretos sobre el terreno.

La semana que viene, en reconocimiento de esta labor, va a lanzar su segunda fase durante el Quinto Examen Global.

Así pues, hay muchas esferas en que seguiremos colaborando y trataremos de mejorar nuestra cooperación.

Aparte de aplicar estos programas y acuerdos existentes, también debemos obtener nuevos resultados de desarrollo negociando nuevas normas de comercio.

A este respecto, creo que la Conferencia Ministerial que se celebrará en Nairobi en diciembre será una buena ocasión de demostrar una vez más que el sistema multilateral de comercio puede dar resultados, sobre todo para los países menos adelantados.

Junto con la Secretaría, haré todo lo que pueda para apoyar a los Miembros en este empeño.

Este año hemos mantenido un sinfín de conversaciones, en el marco de grupos de negociación, mediante consultas y durante las reuniones con los Miembros.

Pero tal como informé a los Miembros la semana pasada, ha llegado la hora de tomar decisiones políticas. Debemos trazar claramente un camino que nos lleve hasta Nairobi, lo cual nos permitirá obtener resultados muy importantes.

El éxito de la Conferencia de Nairobi sería el final ideal de este año histórico para el desarrollo e impulsaría enormemente toda nuestra labor, en todas las esferas a que me he referido esta mañana.

Creo que compartimos la responsabilidad de asegurar que el comercio siga desempeñando plenamente la función que le corresponde en el marco de la agenda para el desarrollo y siga mejorando la vida de mucha gente en todo el mundo, de manera muy concreta y práctica.

Espero con interés seguir colaborando con el ITC y con la UNCTAD en esta labor.

Les deseo a todos una reunión productiva y amena.

Gracias por su atención