Excelencias,
Señoras y señores,
Buenos días. Me complace estar hoy aquí con ustedes.

Estoy seguro de que el debate ha empezado con buen pie esta mañana. También sé que les espera un programa apretado.

Por ello me limitaré a decir unas palabras para ayudar a conmemorar esta ocasión y subrayar la importancia de nuestra labor relacionada con los obstáculos técnicos al comercio.

En 2015 se celebra no solo el vigésimo aniversario de la OMC, sino también el vigésimo aniversario del Acuerdo OTC.

En mi opinión, la importancia de este Acuerdo está muy clara.

En los últimos 20 años, los aranceles medios han disminuido muy considerablemente. De hecho, se han reducido a la mitad. En 1995, los aranceles medios aplicados eran del 15%. Hoy en día se sitúan por debajo del 8%. En este contexto, las medidas no arancelarias se han convertido en factores cada vez más determinantes para el acceso a los mercados.

Además estas cuestiones internas que se plantean dentro de las fronteras están ahora en el centro de los debates sobre el comercio. En efecto, sabemos que muchas iniciativas de comercio regionales tratan de resolver estas cuestiones.

Por otra parte, creo que cada vez somos más conscientes de la necesidad de responder al creciente número de retos globales de un modo más concertado. Las políticas comerciales deben coordinarse con las políticas de otras esferas, como la salud, el medio ambiente y la protección de los consumidores.

El Acuerdo OTC nos ayuda a entender a todas estas consideraciones. Proporciona a los gobiernos un punto de apoyo multilateral mientras buscan formas de armonizar sus reglamentos. Reconoce el derecho de los Miembros de la OMC de aplicar medidas para alcanzar objetivos normativos legítimos. Y proporciona un foro, a través del Comité OTC, para comprobar si dichas medidas son necesarias o no.

Considero que el Comité OTC es todo un éxito.

A lo largo de los últimos 20 años, se ha convertido en un mecanismo dinámico y eficiente para abordar cuestiones que son importantes comercial y socialmente para la vida diaria, como el uso de sustancias químicas en los juguetes, el etiquetado de la huella de carbono o los procedimientos de ensayo de dispositivos médicos y productos farmacéuticos. En él se trata una gama muy amplia de cuestiones que son muy importantes para los ciudadanos y los consumidores.

Las cifras hablan por sí solas.

Desde 1995, el Comité OTC ha recibido 25.000 notificaciones de medidas nuevas o modificadas. Es la cifra más alta de todos los comités de la OMC. Los Miembros han elaborado directrices sobre la manera de utilizar el Acuerdo, lo que ha contribuido a su aplicación práctica y metódica.

Con los años, el Comité ha asumido una importante función preventiva.

A lo largo de su existencia, el Comité OTC ha abordado 471 preocupaciones comerciales específicas.

Básicamente, los Miembros plantean preocupaciones comerciales específicas para obtener más información sobre el alcance y la aplicación de un reglamento nacional, y toman como referencia las obligaciones fundamentales en materia de OTC.

Esta es una parte sistemática de la labor del Comité. Me consta que el Comité OTC debe examinar 19 preocupaciones nuevas, además de 40 preocupaciones existentes, en su programa de esta semana.

Esta es, sin duda, una esfera donde pueden surgir discrepancias. Sin embargo, en estos 20 años, solo se han planteado cinco diferencias relacionadas con OTC, de las cuales solo una está en curso actualmente. Creo que esto significa algo.

Parece obvio que, al proporcionar un foro para el intercambio de naturaleza técnica, la labor ordinaria del Comité contribuye a prevenir desavenencias y evitar diferencias innecesarias. De este modo, el Comité contribuye decisivamente al buen funcionamiento del sistema multilateral de comercio.

Y esto no se aplica solo a un puñado de Miembros.

La OMC es una organización muy inclusiva. A día de hoy contamos con 161 Miembros, de los cuales 4 de cada 5 son países en desarrollo.

Estos países desempeñan un papel fundamental a la hora de gestionar el sistema y definir su programa.

Y el Comité OTC no es ninguna excepción. La participación de los países en desarrollo ha ido en aumento, tanto en número de notificaciones como en su implicación en preocupaciones comerciales específicas.

Cabe señalar que el sector privado también participa en los procesos del Comité. A través de representaciones de sus Miembros, el Comité hace posible que empresas grandes y pequeñas den a conocer sus opiniones sobre los efectos que pueden tener las normas nuevas en sus actividades.

Este es un aspecto muy importante de este trabajo: a fin de cuentas, son las empresas las que estimulan el crecimiento, el desarrollo y la creación de empleo que todos deseamos ver.

Esta reunión se celebra en un momento muy interesante.

Dentro de unas semanas celebraremos nuestra Décima Conferencia Ministerial, que tendrá lugar en Nairobi. Es la primera vez que esta Conferencia se celebra en África, y estamos haciendo todo lo posible para que sea un éxito y podamos lograr nuevos resultados negociados.

Esta labor de negociación es la que acapara los titulares, y constituye un elemento esencial de nuestro trabajo. Pero la OMC es mucho más. La labor cotidiana de la Organización tiene un gran valor. A menudo esta labor pasa inadvertida, pero es una de las principales fortalezas del sistema multilateral de comercio.

El Comité OTC ejemplifica claramente este aspecto.

El historial del Comité nos muestra que el sistema multilateral puede funcionar de forma constructiva y pragmática para encontrar una base común de entendimiento, resolver cuestiones y encontrar soluciones.

Les animo a que mantengan esta importante función. Me consta que actualmente están trabajando en la elaboración de directrices sobre buenas prácticas de reglamentación, de modo que les insto a que continúen esta importante tarea.

Puesto que debemos abordar un número creciente de medidas no arancelarias, el papel del Comité OTC, y el del Acuerdo OTC en términos más generales, será más relevante que nunca.

Para finalizar, permítanme expresar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que han contribuido al éxito de esta labor en los últimos 20 años. Muchas de ellas están hoy aquí.

De cara al futuro, no me cabe la menor duda de que consolidaremos esta excelente base y que cosecharemos un éxito tras otro.

Muchas gracias.