La CM11 en pocas palabras

Transparencia
La transparencia: una cuestión crucial planteada en muchos foros de la OMC

La transparencia de las políticas comerciales ha sido un aspecto fundamental de la labor de la Organización Mundial del Comercio desde que inició su actividad en 1995.

De hecho, desde que se creó el sistema multilateral de comercio recién terminada la segunda guerra mundial, se consideró que fomentar una mayor claridad en las políticas y los propósitos de los interlocutores comerciales era crucial para garantizar un sistema comercial sólido basado en normas. Para los juristas, economistas y diplomáticos que negociaron el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y más tarde el Acuerdo sobre la OMC, la transparencia, junto con la no discriminación y el trato nacional, era uno de los principios básicos en los que se sustentaba el sistema.

Hoy en día, casi todos los acuerdos de la OMC contienen disposiciones sobre transparencia, y los Miembros de la OMC han pedido que se mejoren esas disposiciones prácticamente en cada negociación celebrada en el período previo a la Undécima Conferencia Ministerial.

El intercambio de información sobre las políticas comerciales, las peticiones de información sobre las medidas específicas que se han aplicado y los medios avanzados de supervisión de las medidas gubernamentales en materia de comercio son componentes esenciales de la labor de la OMC.

En los comités ordinarios de agricultura, servicios o comercio de mercancías, los Miembros suelen cuestionar medidas de reciente aplicación que han adoptado los interlocutores comerciales, como las normas técnicas nuevas o revisadas, o las medidas comerciales correctivas.

El Mecanismo de Examen de las Políticas Comerciales exige que las políticas comerciales de todos los Miembros de la OMC sean examinadas periódicamente por la Secretaría de la OMC y se sometan a escrutinio en las reuniones de los miembros del Órgano de Examen de las Políticas Comerciales. En las negociaciones para lograr una mayor apertura de los mercados o para mejorar las normas comerciales, los Miembros consideran que poseer toda la información pertinente es fundamental para determinar el ámbito de aplicación y las distintas fases que se deben prever en cualquier acuerdo que pueda alcanzarse.

La base del concepto de transparencia es la confianza mutua que se tienen los Miembros para facilitar la información necesaria a fin de poder vigilar de forma efectiva las medidas comerciales. Los Miembros facilitan esta información a través de un proceso de notificación. Muchos acuerdos de la OMC, como el Acuerdo sobre la Agricultura, el Acuerdo Antidumping, el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) y el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF), exigen que las medidas adoptadas en el marco de esos textos sean notificadas a los demás Miembros de la OMC.

Sin embargo, según un informe de la Secretaría de la OMC, siguen pendientes un tercio de las notificaciones relacionadas con la agricultura correspondientes al período 1995-2015. Menos de la mitad de los Miembros de la OMC han notificado sus subvenciones o medidas compensatorias en el marco del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias.

En los últimos meses, muchos Miembros de la OMC han propuesto medidas en diversos foros de negociación para paliar esta deficiencia. En los grupos de negociación sobre agricultura, productos industriales, subvenciones a la pesca y servicios, los Miembros han pedido que se mejoren las disciplinas sobre las prescripciones en materia de notificación, y se amplíe el alcance de las medidas relativas al intercambio de información.

En el grupo de negociación sobre el acceso a los mercados para los productos no agrícolas, la Unión Europea y varios otros Miembros de la OMC han propuesto nuevas normas que, según ellos, facilitarían la participación de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en el comercio mundial, al proporcionar una mayor transparencia y un mayor acceso a la información en relación con los reglamentos gubernamentales sobre inocuidad de los alimentos y de los productos. En las propuestas se ha sugerido, por ejemplo, el desarrollo de un portal Internet común para el intercambio de información, la celebración de más consultas con las partes interesadas, y la notificación de los cambios definitivos en los reglamentos nacionales abarcados por los acuerdos de la OMC sobre medidas MSF y OTC. Sin embargo, quienes se oponían a estas propuestas adujeron que la aplicación de normas de ese tipo podría restringir su capacidad de reglamentar, sería costoso y no aportaría beneficios a la población.

En el grupo de negociación sobre la agricultura, Singapur ha presentado una propuesta por la que se obligaría a los Gobiernos a anunciar con 30 días de antelación la entrada en vigor de una restricción a la exportación. La propuesta ha encontrado poca oposición, aunque algunos Miembros han sugerido que solo sería aceptable como parte de un paquete más amplio de acuerdos relativos a la agricultura.

Los Estados Unidos presentaron una propuesta sobre la transparencia y la necesidad de una mayor diligencia en las notificaciones, que abarcaba los debates celebrados en la OMC sobre las subvenciones a la pesca, la agricultura, los OTC y la valoración en aduana. En una propuesta de proyecto de decisión ministerial para la Undécima Conferencia Ministerial, se pide la imposición de sanciones a aquellos Miembros que estén atrasados en lo que respecta a la presentación de notificaciones. Entre las sanciones recomendadas figuran la prohibición de presidir comités de la OMC para los representantes de los Miembros que se hayan demorado, el bloqueo del acceso al sitio web de los Miembros de la OMC y la denegación del acceso a formación y asistencia técnica. Los detractores de la propuesta de los Estados Unidos adujeron que Washington no distinguía entre los Miembros que eludían sus obligaciones en materia de notificación y aquellos que carecían de la capacidad necesaria para estar al día en el cumplimiento de sus obligaciones de notificación. Otros Miembros indicaron que casi la mitad de los Miembros podrían verse afectados y que, si se aplicaban, esas propuestas podrían tener consecuencias imprevistas.

En los debates del grupo de negociación sobre las "normas" relacionados con la elaboración de disciplinas para las subvenciones a la pesca, casi todos los que han propuesto un acuerdo han pedido prescripciones mejoradas en materia de transparencia, no solo en relación con las subvenciones concedidas a las flotas pesqueras, sino también con los datos sobre las capturas de pescado según las especies, la capacidad de las flotas pesqueras nacionales y la situación de las poblaciones de peces. Los países en desarrollo, en general, han defendido la necesidad de contar con disciplinas más estrictas en materia de subvenciones a la pesca, pero han solicitado que las prescripciones sean menos onerosas y los períodos de transición más largos. Algunos de esos países han señalado que las subvenciones al combustible deberían estar fuera del alcance de cualquier nueva disciplina.

También en el grupo de negociación sobre las normas, China ha propugnado una mayor transparencia en el proceso que utilizan los Gobiernos para determinar en qué medida las importaciones han sido objeto de dumping o subvencionadas, especialmente en las investigaciones referidas a las pequeñas y medianas empresas. Por su parte, la Unión Europea ha tratado de abordar el historial deficiente de notificaciones de subvenciones proponiendo tres opciones, una de las cuales permitiría a los Miembros tomar conciencia de que las subvenciones no notificadas a la OMC perjudican a sus ramas de producción nacionales. Ambas propuestas, para las que no está previsto adoptar ninguna decisión en la Undécima Conferencia Ministerial, se han enfrentado a distintos niveles de oposición por parte de Miembros preocupados por las consecuencias jurídicas de las iniciativas.