DESARROLLO: AYUDA PARA EL COMERCIO

Equipo de Trabajo

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El Director General de la OMC anunció la composición del Equipo de Trabajo en la reunión del Consejo General celebrada el 7 de febrero de 2006. La Embajadora Mia Horn af- Rantzien, de Suecia, fue designada Presidenta. Encargado de hacer operativa la ayuda para el comercio, el Equipo de Trabajo presentó sus recomendaciones al Consejo General los días 27 y 28 de julio de 2006.

En general, estima en sus recomendaciones que la ayuda para el comercio ha de tener como objetivo el fortalecimiento del proceso de determinación de las necesidades a nivel nacional, la respuesta de los donantes y la relación entre esa respuesta y las necesidades identificadas. Entre las recomendaciones del Equipo de Trabajo figura la de establecer en la OMC un órgano de vigilancia que realizaría periódicamente un examen global basado en informes de distintas partes interesadas. Al final del informe se incluye una serie de medidas adicionales que es preciso adoptar para poner en práctica las recomendaciones lo antes posible y se sugiere que el Director General establezca un grupo consultivo “ad hoc” para hacer un seguimiento de las recomendaciones del Equipo de Trabajo.

En la reunión del Consejo General celebrada el 10 de octubre, el Consejo tomó nota del informe del Equipo de Trabajo (WT/AFT/1), hizo suyas las recomendaciones que contiene y acordó las próximas medidas específicas descritas en la sección H del informe, a fin de asegurarse de que se dé un seguimiento coherente y efectivo al informe y sus recomendaciones. La Presidenta del Equipo de Trabajo hizo una declaración en la que destacó, entre otras cosas, el amplio consenso que existe en torno a las cuestiones principales. Las delegaciones acogieron con agrado el informe como un importante primer paso y subrayaron, entre otras cosas, la importancia decisiva de actuar rápidamente para hacer operativa la ayuda para el comercio; ésta, aunque ayudaría a los países a adaptarse a las oportunidades actuales que existen en el sistema de comercio y beneficiarse de ellas, no era un sustituto de los beneficios para el desarrollo que resultarían de una conclusión fructífera de la Ronda de Doha, que generaría de por sí nuevas necesidades de Ayuda para el Comercio que habría que abordar; la necesidad de coherencia y una vigilancia y evaluación estrictas de la aplicación; la necesidad de financiación adicional, adecuada, predecible, sostenible y efectiva, que deberá facilitarse sin condiciones y en forma de donaciones a los PMA y los países que sólo pueden recibir financiación de la AIF. El Consejo escuchó también una declaración de los pequeños países en transición de bajos ingresos con respecto a la necesidad de que se les trate como beneficiarios en el marco de esta labor. El Director General, al proporcionar información actualizada sobre el estudio que estaba realizando de mecanismos para obtener recursos financieros adicionales destinados a la ayuda para el comercio, dijo que en la siguiente reunión del Consejo informaría acerca de la aplicación del seguimiento del informe del Equipo de Trabajo.

  

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Seguimiento del Equipo de Trabajo    

En la reunión del Consejo General de finales de año (14 de diciembre de 2006), el Director General informó sobre los progresos realizados respecto de la ejecución del programa de Ayuda para el Comercio. Señaló que la OMC tenía que desempeñar una función de catalizador: garantizar que los organismos y las organizaciones competentes entendieran las necesidades comerciales de los Miembros de la OMC y alentarlos a que colaboraran de manera más eficaz para atender esas necesidades, de conformidad con el mandato de coherencia. Con respecto a las consultas que mantuvo sobre la obtención de recursos financieros adicionales, los principales donantes habían confirmado que se seguían comprometiendo a llevar adelante las promesas que formularon en Hong Kong. Otros donantes, desarrollados y en desarrollo, habían manifestado la voluntad de participar en ese proceso. En referencia a la cuestión de la vigilancia y la evaluación, había distribuido un documento conceptual que establecía múltiples formas de vigilancia, a nivel global y nacional: evaluación de las corrientes de ayuda mundiales; informes sobre los progresos realizados por los organismos y organizaciones; y evaluaciones en los países. Para éstas últimas, se preveía el establecimiento (en caso necesario) de Comités Nacionales de Ayuda para el Comercio. Subrayó que el seguimiento debía centrarse en lo que el dinero permitiría obtener. Además, se incluiría una evaluación general de la Ayuda para el Comercio en los futuros exámenes de las políticas comerciales y, en otoño de 2007, tendrían lugar el primer examen periódico y un debate del Consejo General al respecto. Un grupo consultivo ad hoc -compuesto por una red de donantes, receptores y representantes del sector privado- serviría de instrumento y caja de resonancia para la preparación de los exámenes periódicos.