EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES: CHILE
2 y 4 de diciembre de 2003
Observaciones formuladas por la Presidenta a modo de conclusión
Ver también:
> Comunicado de prensa:
La continuación del proceso de liberalización del comercio ha convertido
a la economía de Chile en una de las más abiertas y resistentes
Este tercer Examen de las Políticas Comerciales de Chile ha sido muy
esclarecedor. A través de nuestro diálogo con la delegación chilena
hemos conseguido un mejor entendimiento de las políticas y prácticas
relacionadas con el comercio que están en vigor y de los cambios que
han experimentado durante los seis últimos años. Esto se lo debemos en
una medida considerable a la presencia de una nutrida delegación
chilena, encabezada por el Viceministro Rosales y el Embajador Jara, a
las oportunas observaciones de nuestro ponente, el Embajador Groser, y
a la activa participación de muchos Miembros.
Los Miembros han expresado su apoyo a las políticas de liberalización
aplicadas por Chile desde su último Examen, realizado en 1997. Han
acogido con satisfacción las políticas comerciales de Chile, por lo
general transparentes y neutrales con respecto a los sectores, su
acertada estrategia macroeconómica y sus grandes progresos en la
reducción de la pobreza. De este modo, la economía chilena se ha
vuelto más resistente y se ha integrado sólidamente en los mercados
mundiales, lo que le ha permitido enfrentarse con éxito a varias
conmociones externas durantes los seis últimos años.
Las diversas iniciativas autónomas, preferenciales y multilaterales de
Chile para liberalizar sus regímenes de comercio e inversión han sido
elementos clave en su estrategia económica. Los Miembros han destacado
la participación activa y constructiva de Chile en el sistema
multilateral de comercio, pero le han alentado a que aumente la
previsibilidad ampliando sus compromisos en materia de aranceles y
servicios en el marco de la OMC. Los Miembros han solicitado más
información sobre las iniciativas preferenciales, y algunos de ellos
han planteado también preocupaciones con respecto a la mayor
complejidad del creciente número de acuerdos preferenciales de Chile y
a los efectos de éstos en terceros.
Los Miembros han tomado nota del arancel NMF prácticamente uniforme
aplicado por Chile y se han mostrado complacidos por las medidas
unilaterales para reducirlo al 6 por ciento. Sin embargo, varios
Miembros han expresado su preocupación por la posibilidad de que el
sistema de bandas de precios, que procura una protección especial a un
pequeño número de productos agropecuarios, dé lugar a distorsiones.
Varios Miembros han solicitado también detalles sobre los cambios
encaminados a poner este sistema en conformidad con las obligaciones
de Chile en el marco de la OMC.
Se han formulado preguntas sobre los procedimientos aduaneros y la
valoración en aduana, y algunos Miembros han sugerido que Chile
introduzca mejoras y notifique su marco jurídico a la OMC. Los
Miembros han solicitado información sobre otras medidas que afectan a
las importaciones, como los impuestos internos, las medidas
comerciales especiales y los reglamentos técnicos. Los Miembros han
pedido también aclaraciones sobre la ley ómnibus de adecuación a la
OMC; el régimen de inversión extranjera; los planes de incentivos; las
empresas de propiedad estatal; las compras públicas; sectores
específicos como el de la electricidad; los servicios de transporte
marítimo y financieros; y la protección de los derechos de propiedad
intelectual.
En lo que se refiere a las políticas sectoriales, los Miembros han
puesto de relieve el fuerte contraste entre el objetivo general de
Chile de fomentar la eficiencia mediante políticas neutrales con
respecto a los sectores y la gran cantidad de ayuda concedida a la
industria del azúcar. También han solicitado información sobre otras
industrias primarias y sobre varias actividades de servicios.
Hemos llegado así al término del Examen de Chile. Me complace oír que
la política comercial ocupa un lugar central en la estrategia de
desarrollo de Chile y que se tiene la intención de hacer nuevas
reformas mediante una estrategia multidimensional en la que la OMC es
un elemento fundamental. El proceso de continuas reformas ha sido muy
favorable para los intereses de Chile, y confío en que Chile siga
valiéndose del sistema multilateral de comercio para consolidar los
cambios realizados en el pasado y como catalizador de reformas en el
futuro. Por supuesto, ello dependerá en gran parte del éxito de
nuestros esfuerzos colectivos en el marco del Programa de Doha para el
Desarrollo en curso, a los cuales, deseo señalar, Chile está haciendo
una contribución muy valiosa.