EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES:
NORUEGA
11 y 13 de octubre de 2004
Observaciones formuladas por la Presidenta a modo de conclusión
Ver también:
> Comunicado de prensa:
Un régimen de política comercial muy abierto para los bienes
industriales pero bastante protegido para la agricultura
Hemos efectuado este cuarto Examen de las Políticas Comerciales de
Noruega, en un clima amistoso y muy documentado, y nuestro diálogo ha
sido muy constructivo. Han sido muy valiosas y fructíferas las
aportaciones de la delegación noruega, -presidida por el Sr. Harald
Neple, Director General del Ministerio de Asuntos Exteriores-, las
agudas observaciones del ponente, Sr. Alexander Gross, y, asimismo, la
activa participación de un gran número de Miembros.
Para empezar, permítanme destacar el considerable apoyo de los
Miembros a los sólidos resultados macroeconómicos de Noruega desde el
último examen, en el año 2000, con tasas de inflación y desempleo
bajas, régimen de inversiones en general abierto y un crecimiento
bastante superior al de otros países industrializados. Los Miembros
reconocieron también que el petróleo y el gas han contribuido de forma
notable a la prosperidad de Noruega. Los Miembros acogieron con
satisfacción el firme compromiso de Noruega con el sistema
multilateral de comercio y su activa participación en el mismo, sin
excluir el Programa de Doha para el Desarrollo. Los Miembros tomaron
nota de que Noruega actúa también en foros regionales y bilaterales.
Expresaron su aprobación por la considerable ayuda directa que Noruega
presta a los países en desarrollo, por su participación en los
programas de asistencia técnica de la OMC, en particular, y por su
amplio SGP para países menos adelantados.
Los Miembros elogiaron el régimen comercial altamente liberalizado que
Noruega aplica a los productos no agrícolas, así como la completa
aplicación del Acuerdo de la OMC sobre los Textiles y el Vestido con
bastante antelación respecto del plazo que se había convenido. Sin
embargo, se expusieron puntos de vista divergentes sobre su política
agrícola. De hecho, algunos Miembros compartieron una posición común
sobre el concepto de las preocupaciones no comerciales, base de la
justificación de la política agrícola noruega. En cambio, otros
Miembros manifestaron su inquietud por esta cuestión y por el alto
nivel de protección que Noruega aplica a los productos agrícolas
mediante un sistema fiscal complejo y amplias ayudas, e instaron a
Noruega a que modificara su política. Para estos Miembros, tal
protección debilita la eficiencia económica y penaliza tanto a los
contribuyentes como a los consumidores noruegos.
Algunos Miembros compartieron la inquietud de Noruega ante la
tendencia generalizada a recurrir a medidas comerciales correctivas y
elogiaron que Noruega hubiese renunciado a aplicar tales medidas en
los últimos años. Se plantearon preguntas sobre empresas públicas y
algunos Miembros instaron a Noruega a continuar reduciendo el nivel de
propiedad pública en su economía. Los Miembros expresaron su
preocupación acerca de la gestión de los contingentes arancelarios,
las medidas sanitarias y fitosanitarias y las reglamentaciones
técnicas, y solicitaron información sobre estas cuestiones. También se
pidieron aclaraciones sobre el régimen de las inversiones extranjeras,
los programas de incentivos, la legislación sobre la competencia, la
contratación pública, la protección de los derechos de propiedad
intelectual y otras actividades específicas como la pesca, el
transporte marítimo y los servicios financieros.
Los Miembros agradecieron las respuestas proporcionadas por la
delegación de Noruega y quedaron a la espera de las que se redacten
por escrito.
Para concluir, tengo la impresión de que el amplio interés que han
mostrado los Miembros, reflejado en las muchas preguntas planteadas
previamente por escrito, las numerosas intervenciones y la nutrida
asistencia, es indicativo del importante papel que tiene Noruega en el
sistema multilateral de comercio. Disponemos ahora de mejores y más
actualizados datos para comprender las prácticas y las políticas que
aplica Noruega en cuestiones relacionadas con el comercio y tenemos
mayor conciencia de los retos a los que se enfrenta y de su esfuerzo
por abordarlos en el marco del sistema multilateral de comercio. Una
mayor liberalización del sector agrícola noruego apoyaría las acciones
ampliamente reconocidas que Noruega realiza en favor de los países en
desarrollo, especialmente en el caso de aquéllos con un interés vital
en la agricultura.