EXÁMENES DE LA POLÍTICAS COMERCIALES:
COMUNIDADES EUROPEAS
25 y 27 de octubre de 2004
Observaciones formuladas por la Presidenta a modo de conclusión
Ver también:
> Comunicado de prensa:
Un régimen comercial abierto, en términos generales, pero una
mayor liberalización de la agricultura fomentaría el comercio mundial
Este séptimo Examen de las Políticas Comerciales de las Comunidades
Europeas (CE) se ha llevado a cabo con todo detalle y en un clima
amistoso; el diálogo que hemos mantenido ha sido muy constructivo. Nos
hemos beneficiado en alto grado de la dedicación de la delegación de
las CE, presidida por el Sr. Pierre Defraigne, Director General
Adjunto de la Dirección General de Comercio, de las perspicaces
observaciones formuladas por el ponente, Embajador Don Stephenson, y
de la activa participación de un nutrido número de Miembros.
Los Miembros han felicitado a las CE por sus constantes esfuerzos en
pos de un régimen comercial liberal y por su disciplina monetaria.
Esos esfuerzos han contribuido a una mayor reducción de su ya baja
inflación y al superávit por cuenta corriente exterior de los últimos
años. Los Miembros han acogido con satisfacción la recuperación en
curso de la economía de las CE tras la desaceleración registrada desde
2001; han expresado la esperanza de que se mantenga la recuperación,
teniendo en cuenta el efecto positivo que ello podría tener en la
desocupación y los déficit fiscales dentro de las CE, y en la economía
mundial en general. Los Miembros han celebrado el firme compromiso de
las CE con el sistema multilateral de comercio y su activa
participación en el mismo, incluido el firme liderazgo que demostraron
para llegar a un acuerdo sobre el paquete de julio. Han expresado
asimismo su aprobación por la notable contribución de las CE al Fondo
Fiduciario Mundial para la Cooperación Técnica de la OMC y por las
preferencias no recíprocas que conceden a los países en desarrollo en
el marco de su SGP y del Acuerdo de Cotonou, y a los PMA dentro de la
iniciativa “Todo menos las armas”. No obstante, varios Miembros han
manifestado inquietudes acerca de las reformas previstas del SGP y han
expresado la esperanza de que el nuevo sistema sea objetivo y
compatible con las normas y principios de la OMC. Los Miembros también
han tomado nota de que el régimen comercial NMF de las CE sólo se
aplica a nueve Miembros de la OMC en razón de su participación activa
en diversos acuerdos comerciales preferenciales.
Los Miembros han elogiado el régimen comercial liberal que las CE
aplican a los productos no agrícolas. Algunos Miembros han compartido
las razones no comerciales expuestas por las CE para justificar su
Política Agrícola Común (PAC). Otros, sin embargo, han señalado que,
pese a la reforma de que está siendo objeto la PAC, sobre todo
desvinculando los pagos de la producción, la agricultura sigue estando
protegida mediante tipos arancelarios elevados, una compleja
estructura arancelaria y altos niveles de ayuda interna y subvenciones
a la exportación. Aduciendo que esta protección socava la eficiencia
económica y perjudica tanto a los contribuyentes como a los
consumidores de las CE, los Miembros han instado a las CE a que
liberalicen aún más su PAC. Además, varios Miembros han pedido a las
CE que faciliten información sobre aspectos específicos de su política
agrícola, como las reformas de los regímenes del azúcar y del banano.
Los Miembros han tomado nota de las nuevas oportunidades que ofrece la
ampliación de las CE. Se han expresado preocupaciones sobre la
incidencia de la ampliación a 25 miembros en la compatibilidad de las
CE con las normas y disciplinas de la OMC y en los compromisos
contraídos en el marco de esta Organización, y en particular sobre la
necesidad de facilitar información y compensaciones adecuadas a los
Miembros. Varios Miembros han suscitado preocupaciones en relación con
la constante aplicación de medidas comerciales correctivas
excepcionales por las CE y han expresado su temor de que esto vaya en
aumento con la eliminación de los contingentes de textiles y prendas
de vestir al final del presente año. También se han manifestado
inquietudes acerca de la falta de armonización, dentro de las CE, en
ámbitos como los tipos impositivos internos y en determinados
servicios. Se ha considerado que los obstáculos técnicos al comercio y
las medidas sanitarias y fitosanitarias de las CE, inclusive el nuevo
sistema REACH para sustancias y preparados químicos, son restrictivos
y gravosos. Los Miembros han solicitado más aclaraciones sobre lo
siguiente: Política Pesquera Común de las CE; régimen de los OMG y los
productos de biotecnología; procedimientos aduaneros; normas de
origen; administración de los contingentes arancelarios; contratación
pública; programas de ayuda estatal y de subvenciones; protección de
los derechos de propiedad intelectual, incluidas las indicaciones
geográficas; reglamentación comercial y política de competencia; y
también sobre actividades específicas en sectores como la energía, el
acero, los servicios financieros, las telecomunicaciones y el
transporte.
Los Miembros han agradecido las respuestas dadas por la delegación de
las CE y han quedado a la espera de recibir por escrito las respuestas
a las cuestiones pendientes.
Para finalizar, me gustaría agradecer a la delegación de las CE las
respuestas orales y escritas que ha facilitado durante la reunión.
Este Examen nos ha permitido obtener un conocimiento mucho más
profundo y actualizado de las prácticas y las políticas que aplican
las CE, y llegar a una apreciación colectiva de los desafíos a los que
se enfrentan y de sus esfuerzos por abordarlos de forma compatible con
las normas de la OMC. El amplio interés que han mostrado los Miembros,
reflejado en las muchas preguntas planteadas previamente por escrito,
las numerosas intervenciones y la nutrida asistencia, son muestra de
la vital importancia de las CE en el sistema multilateral de comercio.
Parece que los principales ámbitos en los que muchos Miembros desean
obtener una respuesta positiva y rápida son las cuestiones relativas a
la ampliación y a la aplicación de las reformas de los reglamentos
técnicos y agrícolas en la medida en que afectan a la OMC. Esto
fortalecería el apoyo de las CE al sistema multilateral de comercio,
así como las acciones ampliamente apreciadas que realizan en favor de
los países en desarrollo, sobre todo de aquellos que tienen un interés
decisivo en la agricultura.