PRESS/62
9 de diciembre de 1996
La OMC y el FMI firman un acuerdo de cooperación
La trascendental mundialización de la actividad económica ha dado como resultado una creciente interdependencia entre las distintas esferas de la política económica. Cada vez es mayor la interacción de las políticas y acontecimientos comerciales y financieros dentro de los países y en la forma en que afectan a otros países.Por consiguiente, dadas sus responsabilidades en estas esferas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) han dado un paso para reforzar sus relaciones con el Acuerdo de cooperación y colaboración firmado hoy por los jefes de las dos organizaciones.
El Acuerdo firmado hoy en Singapur, el día de la apertura de la primera Conferencia Ministerial de la OMC, ofrece además otros beneficios, como el mejor acceso de cada organización a la información y los datos de la otra. Este acceso es esencial para evitar una duplicación innecesaria. La información macroeconómica del FMI será de gran utilidad para la Secretaría de la OMC, en especial para la preparación de los exámenes detallados y periódicos de las políticas comerciales de cada Miembro de la OMC. A su vez, el FMI tendrá acceso a una amplia gama de información de la OMC, incluida su Base Integrada de Datos, que contiene información y estadísticas comerciales sobre los tipos arancelarios de los Miembros de la OMC; se espera que esto ayude al Fondo en sus actividades de supervisión y crédito.
El Acuerdo, que establece nuevos mecanismos de comunicación entre las instituciones, también refleja y refuerza una larga y provechosa relación que siempre ha sido amistosa y, en gran medida, informal. De esta manera ambas instituciones hacen hincapié en la necesidad de llevar a cabo naturalmente su diálogo cotidiano, creando una relación bilateral más fructífera entre las organizaciones. Ahora que el Acuerdo establece una base institucional, se prevé que pronto se iniciarán los trabajos para abordar las cuestiones relativas al logro de una mayor coherencia en la formulación de las políticas económicas a escala mundial, una esfera en que la OMC, el FMI y el Banco Mundial tienen, cada uno, su propia función.