CE Ralph Ossa

Observaciones del Economista Jefe

por Ralph Ossa

Perspectivas del comercio mundial en 2023

El año pasado estuvo cargado de acontecimientos en lo que respecta al comercio internacional. ¿Qué resultados se registraron en 2022? ¿Qué podemos esperar en 2023 y 2024? La OMC publica hoy un nuevo informe, “Perspectivas del comercio mundial y estadísticas”, en el que se abordan precisamente esas cuestiones.

 De nuestro análisis en este nuevo informe se extraen dos conclusiones principales:

  • En primer lugar, el comercio de mercancías demostró una notable resiliencia durante gran parte de 2022 a pesar del difícil entorno macroeconómico. Durante los tres primeros trimestres de 2022, la tasa de crecimiento interanual del volumen de comercio fue del 4,3% en promedio, pero, debido al abrupto descenso registrado en el cuarto trimestre, la media anual se redujo a un 2,7%.
  • En segundo lugar, las perspectivas de la economía mundial han mejorado ligeramente desde la publicación de nuestros pronósticos comerciales más recientes en octubre de 2022, pero aún prevemos que, en 2023, el ritmo de expansión del comercio será inferior al de los años anteriores. En estos momentos calculamos que la tasa de crecimiento del volumen del comercio de mercancías se situará en el 1,7% en 2023, en comparación con el aumento del 1,0% previsto en octubre.
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La situación mundial en 2022

El inicio de la guerra en Ucrania a finales de febrero de 2022 asestó otro golpe a la economía mundial, que aún sufría las secuelas de la pandemia de COVID-19. La reducción de suministros de bienes esenciales procedentes de Ucrania y Rusia, fuera real o en forma de amenaza, en particular de cereales y productos energéticos, dio lugar a una subida repentina de los precios y obligó a los importadores a buscar rápidamente fuentes alternativas de estos bienes. Estas subidas repentinas agravaron la inflación, que ya estaba aumentando en todo el mundo como consecuencia de las perturbaciones de las cadenas de suministros y las políticas monetarias y fiscales extraordinariamente expansionistas adoptadas durante la pandemia.

Las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales no lograron frenar de inmediato el crecimiento y la inflación, pero a finales de 2022 sí empezaron a notarse los efectos, conforme bajaban los precios de los productos básicos y se desaceleraba el crecimiento del PIB.

Los nuevos brotes de COVID-19 en China también fueron un lastre para el comercio en el último trimestre de 2022, aunque cabe prever que la relajación de los controles en frontera de las personas y las mercancías impulsará la economía mundial en el futuro.

Tomando en consideración todos estos factores, la tasa de crecimiento interanual del volumen de comercio en los tres primeros trimestres de 2022 fue mayor de lo previsto, cifrándose en un 4,3%. En particular, el comercio demostró una resiliencia notable con respecto a la guerra en Ucrania, observación que examinamos detalladamente en febrero.

No obstante, tras estos buenos resultados iniciales se produjo un abrupto descenso en el último trimestre de 2022, con lo que el crecimiento del año quedó reducido a un 2,7%. Varios factores contribuyeron a este desplome, en particular el aumento de las infecciones de COVID-19 en China y el endurecimiento de la política monetaria a escala mundial a lo largo del año. Si bien esta tasa de crecimiento estuvo por debajo de la previsión del 3.5% que hicimos en el pasado mes de octubre, se acercó bastante a nuestra estimación inicial del 3,0%, realizada en abril del año pasado.

Las perspectivas del comercio para 2023 y 2024

En cuanto a este año, estimamos que el crecimiento del volumen del comercio de mercancías se reducirá a un 1,7% en 2023, y el crecimiento del PIB mundial a un 2,4%, frente al 3,0% del año pasado. Un crecimiento del comercio del 1,7% es bajo en comparación con períodos anteriores — por ejemplo, es inferior a la tasa media registrada desde 2010, que se situó en el 2,6% —, pero representa una modesta mejora en comparación con nuestra previsión del 1,0% del pasado mes de octubre.

Varias razones explican esta revisión al alza, siendo la más importante la mejora que, según la opinión general, se producirá en las perspectivas de crecimiento del PIB mundial. Ahora prevemos que el PIB real a tipos de cambio del mercado crecerá un 2,4% en 2023, lo que representa una ligera revisión al alza con respecto a nuestra estimación anterior del 2,3%. El descenso de los precios de los productos básicos también ha atenuado la presión sobre los hogares y alentado el gasto de los consumidores a principios de 2023.

Nuestras proyecciones para 2024 muestran que las tasas de crecimiento del comercio y el PIB vuelven a valores más habituales, situándose el crecimiento potencial del comercio en un 3,2%, pero debemos ser cautos con respecto a estas proyecciones, habida cuenta de la gran incertidumbre reinante en torno a la política monetaria, la volatilidad del mercado financiero y las tensiones geopolíticas.

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Entre los riesgos concretos que podrían afectar negativamente a estas previsiones se incluyen las vulnerabilidades que se han puesto de manifiesto recientemente en el sector bancario. Los efectos de las últimas quiebras de bancos en los Estados Unidos y Europa parecen haberse contenido en gran medida, pero el rápido aumento de los tipos de interés creará por fuerza tensiones en los mercados financieros que podrían incidir desfavorablemente en el comercio. 

Con todo, también hay razones para cierto optimismo basadas en la relajación de las restricciones relacionadas con la COVID-19 en China. Eso podría ser especialmente beneficioso para los servicios como los viajes y el transporte.