DDG Anabel González

Reflexiones sobre el comercio, desde Ginebra

por la ex DGA Anabel González*

Un año de exportación de vacunas contra la COVID-19: ¿qué muestran los datos?

Aunque todavía está en curso, podemos comparar la experiencia de las vacunas contra la COVID-19 es una historia de luz en términos de velocidad y alcance. Poco más de dos años después de que se detectaran los primeros casos de SARS-CoV-2, se han administrado en todo el mundo cerca de 10.500 millones de vacunas. Pero nuestra historia también tiene sombras. Una profunda desigualdad en materia de vacunas sigue limitando el acceso a ellas en los países de ingreso bajo, donde, incluso hoy, solo el 11,4% de la población ha recibido al menos una dosis. En diciembre de 2021, 4.400 millones de dosis ya habían cruzado fronteras, lo que sirvió para demostrar que el comercio es fundamental para la fabricación y distribución de vacunas en todo el mundo. El sistema mundial de comercio, basado en las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha contribuido a mantener abiertos en general los mercados y a que los suministros circulen. Sin embargo, una mayor cooperación comercial para hacer frente a la concentración geográfica, los obstáculos de la cadena de suministro y las divergencias normativas nos podría ayudar a estar más preparados para futuras pandemias.

En un estudio reciente sobre la historia del desarrollo y despliegue de vacunas se ha constatado que nunca antes se ha visto en el planeta un desarrollo tan rápido de una vacuna viable, una intensificación tan masiva de la producción y un despliegue rápido y efectivo de la vacunación (gráfico 1). Importantes inversiones y una colaboración entre el sector público y el sector privado impulsaron el surgimiento de la cadena de suministro relacionada con la COVID-19 en medio de la pandemia. Aunque la insuficiencia de inyecciones obstaculizó considerablemente el acceso a las vacunas en 2021, las limitaciones que afectaron al suministro han empezado a disminuir y ahora está previsto que se produzcan 24.000 millones de dosis para mediados de 2022.

Gráfico 1. La vacuna contra la COVID-19 ha sido aquella que ha tenido la introducción más rápida y más compleja a nivel mundial en toda la historia.

Fuente: Lindstrand (11 de febrero de 2022), Session 5: Getting Vaccines into Arms [Vídeo del taller técnico de la OMC sobre la investigación y el desarrollo, la fabricación y la distribución de la vacuna contra la COVID-19: lo que ocurre en la práctica.]

A pesar del éxito conseguido con la intensificación de la producción, las tasas de inoculación en diferentes países con distintas etapas de desarrollo siguen siendo desiguales. La proporción de la población que ha recibido por lo menos una dosis de vacuna es casi 7 veces más alta en los países de ingreso alto que en los países de ingreso bajo. África sigue teniendo bajos niveles de vacunación (gráfico 2) y al menos 20 países de esa región podrían no cumplir el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de haber vacunado al 70% de su población antes de mediados de año. Aunque es cierto que el almacenamiento de dosis que podrían enviarse a las regiones más necesitadas sigue suponiendo un riesgo, los problemas específicos de cada país relacionados con la entrega, la demanda y las dudas en cuanto a la vacunación, así como los costos y la financiación, dificultan cada vez más la difusión de las dosis. La desigualdad en materia de vacunas es un fracaso de la política mundial que tiene consecuencias negativas para todo el planeta. En un estudio reciente se sostiene que las acusadas disparidades en la distribución de las vacunas entre los países de ingreso alto y los países de ingreso bajo dan lugar a la aparición de nuevas olas que surgirán antes y serán más graves; en cambio, las estrategias de distribución equitativa de vacunas frenan en gran medida la evolución y la dispersión de nuevas cepas.

Gráfico 2. Proporción de personas que recibieron al menos una dosis de vacuna (% de la población)

Fuente: IMF COVID-19 Global Targets and Progress Tracker.

El comercio ha sido una fuerza positiva en la lucha contra la COVID-19. Después de un comienzo lento, agravado por algunas políticas comerciales, las exportaciones de vacunas se dispararon en el tercer trimestre de 2021, hasta alcanzar 4.400 millones de dosis al final del año (gráfico 3). Esto nunca se habría conseguido sin la circulación transfronteriza de docenas de insumos especializados para las vacunas junto con cadenas de suministro muy bien entretejidas. Existe un alto grado de interdependencia comercial entre los ingredientes y los materiales necesarios para producir, distribuir y administrar las vacunas, que van desde ingredientes básicos para las vacunas hasta los viales y los tapones de caucho, pasando por las cámaras de frío, los consumibles (como las bolsas de plástico especializadas), las máquinas especializadas (como los biorreactores y otros equipos para mantener la cadena de frío) y otros productos (como la nieve carbónica, etc.). Una lección evidente que podemos aprender desde 2021 es que el comercio es un intermediario indispensable en el acceso a las vacunas.

Gráfico 3. Miles de millones de dosis de vacuna contra la COVID-19 exportadas por la economía productora (acumulativa)

Fuente: WTO-IMF COVID-19 Vaccine Trade Tracker.

Habida cuenta del papel central que desempeña en la inmunización mundial, la experiencia en cuanto a la exportación de 2021 ha puesto de manifiesto los problemas y deficiencias del comercio de vacunas. En primer lugar, la producción de vacunas está altamente concentrada y el año pasado la Unión Europea, China y los Estados Unidos suministraron el 87% del número total de dosis exportadas. Aunque es cierto que la fabricación sujeta a acuerdos sobre concesión de licencias ha sido bastante importante en el suministro de determinados mercados, el principal ingrediente de las vacunas — el fármaco — solo se produce en nueve economías (la Unión Europea cuenta como una única entidad) (gráfico 4). Dado que los Gobiernos priorizan sus propias poblaciones, las consecuencias de la concentración geográfica suelen ser que se limitan las exportaciones de dosis en momentos de crisis, al menos hasta que aumenta la producción. Para ayudar a gestionar el riesgo de una desigualdad de vacunas, es esencial que se apoyen capacidades de fabricación sostenibles en todas las regiones, en particular en África. Recientemente, la OMS anunció que Egipto, Kenya, Nigeria, el Senegal, Sudáfrica y Túnez recibirán la tecnología necesaria para fabricar vacunas de ARN mensajero (ARNm) en el continente, lo que ayudará a resolver las crisis sanitarias en curso y futuras.

Gráfico 4. Capacidad de producción de fármacos contra la COVID-19, por ubicación geográfica

Fuente: COVID-19 Vaccine Market Dashboard | División de Suministros del UNICEF

Los Gobiernos han adoptado medidas para acelerar y expandir el comercio de muchos productos relacionados con la COVID-19, incluida la eliminación de aranceles, la agilización o digitalización de los procedimientos aduaneros y la introducción de carriles verdes para productos médicos y sus insumos. Sin embargo, las restricciones al comercio y los estrangulamientos logísticos han exacerbado y magnificado los escollos de la concentración de los suministros para la exportación. Los fabricantes de vacunas indican que las restricciones a la exportación han afectado al acceso a los insumos para las vacunas, así como a las exportaciones de vacunas acabadas e, incluso, a la realización de ensayos clínicos. Ya se han levantado algunas de estas restricciones, por ejemplo en la Unión Europea y en la India, lo que ha facilitado la circulación de dosis de vacunas e insumos para las vacunas entre los países, pero otras restricciones siguen vigentes.

La divergencia en la regulación de las vacunas ha resultado ser un obstáculo importante en la lucha contra la COVID-19. Aunque el procedimiento de inclusión en la lista de uso en emergencias de la OMS ofrece a los Gobiernos un conjunto de datos sobre la calidad, la seguridad, la eficacia y los resultados con el fin de facilitar la autorización de vacunas en situaciones de urgencia, la existencia de diferentes marcos normativos, procedimientos y plazos complican la entrega de dosis y la retrasan. Los fabricantes siguen teniendo que lidiar con prescripciones nacionales adicionales, el etiquetado único y otras especificaciones, así como procedimientos redundantes y otros obstáculos normativos a la intensificación y la optimización de la producción después de la autorización. A menudo es necesario volver a presentar documentos administrativos cuando se abre una nueva instalación de producción o se modifica una línea de producción, lo que interrumpe las cadenas de suministro y desalienta la expansión de las inversiones en nuevas ubicaciones.

Más recientemente, se ha empezado a prestar atención a la preparación de los países y a la capacidad de absorción de las vacunas una vez que llegan: los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades han solicitado que se suspendan las donaciones hasta una fecha posterior este año. Aunque es cierto que es preciso adoptar diferentes medidas para hacer frente a estos problemas, el comercio puede formar parte de la respuesta al facilitar el acceso a suministros auxiliares para las vacunas, como jeringas, agujas, soluciones salinas, equipos de protección personal y mecanismos seguros de eliminación de desechos, así como el equipo necesario para aumentar la capacidad de almacenamiento en la cadena de frío. El acceso oportuno a esas mercancías puede evitar demoras costosas o un posible desperdicio de dosis, en particular teniendo en cuenta la corta fecha de caducidad que tienen. En vista de que la vacunación se está extendiendo en muchos países, también es importante adoptar medidas para prevenir el riesgo del comercio ilícito de vacunas.

En la carrera mundial de la vacunación, será necesario adoptar políticas que apoyen la producción y la igualdad. El Grupo de Trabajo Multilateral de Líderes, compuesto por los dirigentes de la OMC, la OMS, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ha estado prestando apoyo a países de todo el mundo en la vacunación de su población. Aun así, la cooperación en la política comercial constituye un elemento esencial de la solución para poner fin a la desigualdad en materia de vacunas y la entrega por vía rápida. Actualmente los Gobiernos están trabajando y examinando su respuesta colectiva como Miembros de la OMC a la pandemia, incluida la controvertida cuestión de la función que desempeñan los derechos de propiedad intelectual en las vacunas. El sistema mundial de comercio fue esencial para sacar las vacunas contra la COVID-19 de los laboratorios, para luego sacarlas de las fábricas y, por fin, para conseguir que llegasen a la población, todo ello a una velocidad sin precedentes y a gran escala. Pero es necesario que lo que hemos aprendido de esta pandemia alimente nuestros esfuerzos por mejorar la cooperación internacional con el fin de estar mejor preparados de cara a futuras pandemias.

 
* Anabel González fue Directora General Adjunta de junio de 2021 a agosto de 2023