DDG Anabel González

Reflexiones sobre el comercio, desde Ginebra

por la ex DGA Anabel González*

Gestión de las tensiones comerciales en la OMC

La agenda está llena. Desde las obligaciones de China en materia de trasparencia en virtud de su Protocolo de Adhesión, la propuesta de un mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono presentada por la Unión Europea, las subvenciones de los Estados Unidos a los semiconductores y los vehículos eléctricos o las restricciones impuestas por la India a las importaciones de legumbres, entre otros, los temas no podrían ser más oportunos y pertinentes. No se trata del programa de un gran evento o conferencia académica, sino de las cuestiones examinadas en la última reunión del Consejo del Comercio de Mercancías (CCM) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el que los gobiernos de los Miembros debaten las medidas adoptadas por los otros Miembros que pueden afectar a su comercio. Estos debates, relativamente desconocidos, se celebran de manera discreta en el seno de la OMC, que proporciona la única plataforma mundial de diálogo sobre el comercio a ese nivel de detalle. También son un componente fundamental de la contribución de la OMC a la estabilidad y previsibilidad del cada vez más complejo entorno comercial.

En la esfera pública, gran parte del debate en torno a la OMC se centra en si los países negociadores llegan a un acuerdo o no, o en si el mecanismo de solución de diferencias funciona de manera eficaz o no. Evidentemente, estas cuestiones son de gran importancia. Las negociaciones son fundamentales para actualizar y ajustar las normas de la OMC a fin de poder responder a los desafíos del siglo XXI. Sin un sistema de solución de diferencias comerciales plenamente funcional, el cumplimiento de los compromisos adquiridos puede ser irregular, y es posible que los Miembros se muestren reticentes a adoptar nuevas normas si no pueden aplicarse plenamente. Estas dos cuestiones se tienen en cuenta en las labores en curso de reforma de la OMC. Ahora bien, la Organización desempeña otra función de gran importancia: la de proporcionar un foro de diálogo y deliberación dedicado a comprender la razón de ser de una medida concreta, a aclarar su alcance, a evaluar sus implicaciones y a determinar su compatibilidad con las normas de la OMC. Estos debates, basados en la presentación de notificaciones, pueden ayudar a los Miembros a abordar las fricciones comerciales y prevenir que escalen al punto de convertirse en un conflicto (gráfico 1).

En los diferentes órganos de la OMC se utilizan distintos nombres para referirse a ese proceso de exámenes entre pares, entre ellos “preocupaciones comerciales” o “preguntas y respuestas”, o bien “preocupaciones comerciales específicas” (PCE), que es el más común. El examen de las PCE en los comités ordinarios de la OMC — Comité de Acceso a los Mercados (CAM), Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Comité MSF) y Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio (Comité OTC) —, así como en el CCM, forma parte de las labores cotidianas de la Organización. Los gobiernos las plantean inicialmente en los órganos técnicos, muchas veces a instancias de pequeñas y grandes empresas, para obtener información adicional de un Miembro, ya sea a modo de seguimiento de una notificación de una medida en particular o porque se han enterado de ella por otra fuente, o bien para hacer saber que la medida es incompatible con una norma de la OMC. Algunos de estos debates técnicos pueden trascender a un debate más político en el seno del CCM o incluso del Consejo General, que es el órgano superior de la OMC.

Las preocupaciones comerciales pueden referirse a productos específicos, como equipos 5G, residuos químicos o cebollas y patatas (papas). También pueden tratarse de políticas gubernamentales más amplias que afectan a un sector en particular o incluso a todos los productos. Además de los debates en los comités, a menudo los países de que se trate celebran reuniones bilaterales antes y después de dichos debates. Según la información disponible en la Base de Datos de Preocupaciones Comerciales de la OMC, el número de PCE planteadas en el CAM y los Comités MSF y OTC está en aumento, ya que los Gobiernos recurren cada vez más a este mecanismo para tratar de solventar los posibles obstáculos al comercio (gráfico 2). En el CCM, las preocupaciones comerciales se han más que duplicado en los últimos cuatro años. Si bien la Unión Europea y los Estados Unidos son los Miembros que más preocupaciones plantean, según datos de los Comités MSF y OTC tanto las economías avanzadas como en desarrollo utilizan este mecanismo.

Las PCE desempeñan una función muy importante en el sistema de comercio. Según un estudio sobre las preocupaciones planteadas en el Comité OTC entre 2005 y 2018, el mecanismo de las PCE mejora la transparencia al proporcionar información nueva y más detallada en comparación con las notificaciones únicamente; hace que los gobiernos rindan más cuentas de sus medidas y fomenta la adopción de buenas prácticas de reglamentación, y facilita la resolución de las preocupaciones comerciales sin tener que entrar en litigios, en especial porque permite examinar las medidas incluso antes de su adopción formal. En el ámbito de las MSF y los OTC, estos debates también desempeñan una gran función en la promoción de la armonización con las normas internacionales y las mejores prácticas. Gracias al examen de sus respectivos enfoques reglamentarios, conforme pasa el tiempo, los Miembros establecen buenas prácticas que se ajustan a lo dispuesto en los Acuerdos de la OMC, lo que aporta información y orientaciones prácticas a otros Miembros que se enfrentan a dificultades de reglamentación similares. Estos debates, que veces son tensos, fomentan la confianza y fortalecen las relaciones de trabajo entre los funcionarios de los Gobiernos mediante el intercambio de información y conocimientos científicos y técnicos, lo que contribuye a crear una comunidad de aprendizaje dentro de la Organización.

El mecanismo de las PCE también es importante a nivel comercial. Según un estudio reciente sobre las PCE examinadas en el Comité OTC, cada preocupación planteada en el Comité durante el período 2002-2020 se refería a importaciones por un valor de 29.000 millones de dólares EE.UU., en promedio, en el año en que se formuló por primera vez. Durante ese mismo período, las PCE nuevas se referían a importaciones anuales estimadas, en promedio, en 786.000 millones de dólares EE.UU., lo que equivale al 5,4% de las importaciones mundiales, y, en su conjunto, las PCE nuevas y anteriores se referían a importaciones anuales por 2,4 billones de dólares EE.UU., en promedio, es decir, el 16,7% de las importaciones mundiales.

Algunos Comités de la OMC han agilizado y mejorado la gestión de las preocupaciones comerciales, entre otras cosas mediante la presentación en línea de PCE con el objetivo de crear de manera colaborativa y en tiempo real el orden del día de las reuniones. Sin embargo, los Miembros y los expertos externos han sido claros en que deben y pueden desplegarse más esfuerzos para fortalecer el mecanismo y difundir las buenas prácticas a los otros Comités. Algunas ideas propuestas incluyen  la de establecer plazos para la presentación de respuestas; dedicar los debates sobre las PCE más antiguas únicamente a la información nueva; presentar las preguntas y respuestas por escrito a fin de fomentar una mayor participación de las capitales; introducir un sistema de presentación de informes sobre los resultados de las PCE para facilitar el seguimiento de los debates, e intensificar la creación de capacidad de los países en desarrollo destinada a hacer un uso eficaz del mecanismo, entre otras. La ampliación de la base de datos de la OMC para que abarque las preocupaciones comerciales examinadas en todos los comités de la OMC podría ofrecer también a la comunidad comercial una visión completa de las nuevas tendencias y de los principales problemas que deben tratarse. Ahora que la OMC está en proceso de reforma, los gobiernos podrían aprovechar la  oportunidad de continuar mejorando este mecanismo que ya ha demostrado ser eficaz para  fomentar la transparencia, profundizar en el diálogo de políticas y gestionar las tensiones comerciales.

 
* Anabel González fue Directora General Adjunta de junio de 2021 a agosto de 2023