OMC: NOTICIAS 2006
Lunes 24 de julio de 2006
COMITÉ DE NEGOCIACIONES COMERCIALES
Director General Lamy: se necesita un cuarto intermedio para analizar las opciones y reconsiderar las posiciones
El único modo de proceder que puede recomendar el Director General Pascal Lamy consiste en suspender las negociaciones del Programa de Doha para el Desarrollo en todas las esferas de la Ronda, y será el que recomiende al Consejo General el jueves 27 de julio de 2006. Explicó las razones en la declaración que formuló en una reunión informal de Jefes de Delegación celebrada en el Comité de Negociaciones Comerciales el lunes 24 de julio. Éstas fueron sus palabras:
> Negociaciones actuales y cuestiones de aplicación: el Programa de Doha
> La Declaración de Doha explicada
> Explicación de la Decisión de Doha relativa a la aplicación
> Cómo están organizadas las negociaciones
> Comité
de Negociaciones Comerciales
VER TAMBIÉN:
> Comunicados de prensa
> Noticias
> Discursos:
Pascal Lamy
Reunión informal del CNC a nivel de Jefes de Delegación
Observaciones introductorias del Presidente
Muchas gracias por venir hoy habiéndoles avisado con tan poca
antelación, pero los acontecimientos se han precipitado en las últimas
horas y me parece fundamental que veamos juntos con claridad la
situación en la que nos encontramos y lo que queda de nuestro objetivo
de concluir la Ronda para finales de año. No puedo ocultar la triste
verdad: estamos en un atolladero.
El 1º de julio, el CNC me pidió que organizase consultas intensas y
amplias con el objetivo de facilitar el establecimiento urgente de
modalidades para la agricultura y el AMNA. También me pidió que les
presentase un informe lo antes posible. Como declaré en ese momento, mi
objetivo en estas consultas sería facilitar y catalizar el acuerdo entre
los Miembros, que siguen siendo los principales actores en el proceso.
Desde entonces, he emprendido este proceso consultivo como se me pidió,
empezando con los Miembros del G-6 y ampliando luego progresivamente el
círculo de mis contactos con delegaciones individuales y con grupos.
También he asistido a la sesión abierta de la Cumbre del G-8 en San
Petersburgo, donde estaban presentes varios de los Jefes de Estado y de
Gobierno de los Miembros aquí representados.
Me mostré muy
franco con los dirigentes y les dije que tenían que revisar las
instrucciones que les habían dado a ustedes, y darles más flexibilidad.
Mi petición de flexibilidad era doble: por una parte, que mejorasen las
cifras que había sobre la mesa, y por otra, que aceptasen ajustar lo que
estaban dispuestos a pagar con lo que podían esperar razonablemente a
ese precio. También les advertí de que, si no lo hacían, se arriesgaban
a encontrarse precisamente en la situación en la que nos encontramos
ahora. Durante la reunión hubo algunos signos alentadores de
flexibilidad adicional al más alto nivel político.
Sobre la base de estos signos, ayer los Ministros del G-6 celebraron
aquí una reunión presidida por mí y con la asistencia de los Presidentes
de los grupos de negociación sobre la agricultura y sobre el AMNA. Fue
una reunión larga y detallada pero, cuando finalizó, quedó claro que las
diferencias siguen siendo demasiado amplias.
De los debates celebrados este fin de semana se desprende claramente que
el principal bloqueo concierne a los lados agrícolas del triángulo de
cuestiones que el G-6 ha estado tratando de resolver. Pese a que ha
habido algunas mejoras con respecto a las cifras que se barajaron
informalmente, y en particular con respecto al acceso a los mercados
para los países desarrollados, las diferencias en el nivel de ambición
entre el acceso a los mercados y la ayuda interna siguieron siendo
demasiado amplias para poder salvarse. El bloqueo fue de tal magnitud
que el debate ni siquiera pasó a abordar el tercer lado del triángulo,
el acceso a los mercados en el AMNA.
La situación actual es muy grave. Sin las modalidades en la agricultura
y en el AMNA, ahora está muy claro que no será posible finalizar la
Ronda para finales de 2006. Para empezar, ya no disponemos del tiempo
necesario para elaborar y finalizar las listas de concesiones. Además,
aunque los debates del G-6 sobre un número limitado de cuestiones han
sido una condición previa para seguir avanzando, es necesario tener
siempre presente que el G-6 no negocia por el resto de los Miembros.
Para llegar a un acuerdo sobre modalidades plenas, habría que abordar
también otras muchas cuestiones, aparte del denominado triángulo. Los
plazos siempre han sido muy justos, pero el bloqueo constante en unos
pocos puntos clave significa que simplemente ya no nos queda tiempo para
el resto.
Ante este persistente punto muerto, creo que el único camino que puedo
recomendar consiste en suspender las negociaciones de toda la Ronda a
fin de permitir la seria reflexión de los participantes que resulta
claramente necesaria. Un cuarto intermedio para pasar revista a la
situación, examinar las opciones disponibles y reconsiderar las
posiciones.
En términos prácticos, esto significa que ahora se deberían suspender
los trabajos en todos los grupos de negociación, y lo mismo cabe decir
de los plazos que los distintos grupos tenían ante sí.
También significa que los progresos realizados hasta la fecha sobre los
diversos elementos del programa de negociación quedan en suspenso, en
espera de la reanudación de las negociaciones cuando el entorno
negociador sea el debido. Se han realizado progresos significativos en
todas las esferas de las negociaciones, y juntos debemos tratar de
reducir el riesgo de que se malogren.
Esto es lo que propondré en la reunión del Consejo General del jueves.
No es mi intención proponer nuevos plazos ni una fecha para la
reanudación de la actividad en los grupos de negociación. Esto sólo
puede suceder cuando se den las condiciones para que haya nuevos
progresos, lo que significa cambios en posiciones arraigadas. Es
evidente que la pelota está en el campo de ustedes. He discutido esta
propuesta con los Presidentes de los grupos de negociación poco antes de
esta reunión y coinciden conmigo en que en este momento ese es el mejor
camino.
Entre tanto, insto a todos ustedes a que utilicen este período de
reflexión precisamente para eso: para una reflexión seria y realista
sobre lo que aquí está en juego. Todos sabemos que esta es la más
ambiciosa de todas las rondas comerciales de los últimos 50 años. En
rigor, lo que hoy ya está sobre la mesa vale potencialmente dos o tres
veces más que las rondas anteriores, tanto para los países desarrollados
como para los países en desarrollo.
Como dije a los líderes reunidos en San Petersburgo, un fracaso de la
presente Ronda supondría un golpe a las perspectivas de desarrollo de
los Miembros más vulnerables, para quienes la integración en el comercio
internacional representa la mejor esperanza de lograr el crecimiento y
mitigar la pobreza. Esta es la razón por la que se denomina "la ronda
del desarrollo": está destinada a ser una contribución a los Objetivos
de Desarrollo del Milenio.
A mi parecer, un fracaso también enviaría una clara señal negativa sobre
el futuro de la economía mundial y sobre el peligro de que resurja el
proteccionismo en un momento en el que el ritmo de la globalización
afecta negativamente a la trama social y económica de muchos países y la
inestabilidad geopolítica está en aumento. Esto resulta más que evidente
si se contempla hoy en día la situación internacional fuera de aquí,
quiero decir fuera de esta sala.
Todos sus dirigentes y gobiernos han destacado en repetidas ocasiones su
deseo de concluir la Ronda, y no puede ser aceptable que ese compromiso
no se traduzca en actos. Si hay verdaderamente voluntad política, tiene
que haber un camino. Pero hoy éste se echa en falta. Y permítanme que
les hable con claridad: en esta asamblea no hay ni vencedores ni
vencidos. Hoy, sólo hay vencidos.
Por mi parte, continuaré, desde luego, manteniendo contactos con los
participantes a todos los niveles, y también estaré a disposición de
todos los Miembros, como lo estarán los Presidentes de los grupos de
negociación, para todo contacto que deseen tener con nosotros. Mi
prioridad como Director General seguirá siendo defender la integridad
del sistema de la OMC y seguir asistiendo a los Miembros para llegar a
un acuerdo.
Pueden contar conmigo para hacer cuanto esté en mi mano con objeto de
mantener la presión en pro de una evolución política que permita una
reanudación de las negociaciones. Sin embargo, debería quedar claro que
esa evolución debe venir de ustedes, los Miembros. E insto a todos a que
en este cuarto intermedio reflexionen sobre la forma de hacer realidad
esa evolución.
> Se suspenden las negociaciones. “Hoy, sólo hay vencidos”
Declaración del Presidente del CNC Pascal Lamy ante la reunión
celebrada por este Comité el 24 de julio
Audio
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(20 minutos, 11MB, solamente en inglés)
Audio de la conferencia de prensa que siguió a la reunión del CNC
celebrada el 24 de julio
Audio
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(30 mins, 36MB)
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