La reunión pone de manifiesto la necesidad de lograr resultados en las negociaciones sobre el algodón y una mayor coherencia con respecto a la ayuda

Pronunció estas palabras al término de una “Sesión de Alto Nivel” sobre el algodón celebrada en la OMC en Ginebra, a la que asistieron ministros y altos funcionarios de los Miembros de la OMC — entre ellos países africanos productores de algodón y gobiernos donantes — y de organizaciones internacionales.

La reunión se celebró en el marco del mandato encomendado al Director General de “consultar a las organizaciones internacionales pertinentes ... para orientar eficazmente los programas existentes y cualesquiera recursos adicionales hacia el desarrollo de las economías en las que el algodón tiene una importancia vital”, que figura en el acuerdo marco de 1º de agosto de 2004 sobre los temas de la Ronda de Doha. Desde esa fecha se han celebrado periódicamente consultas, pero ésta era la primera organizada especialmente a un nivel más alto.

En la reunión se debatieron las siguientes cuestiones: datos disponibles sobre la asistencia para el desarrollo prestada en el sector del algodón o a los países productores de algodón; valoraciones de la asistencia por parte de los receptores y los donantes; tendencias y fluctuaciones de los precios y cómo abordarlas; las negociaciones comerciales sobre el algodón; y los ajustes en los países productores de algodón.

Una tarea clave realizada por la propia Secretaría de la OMC es una recopilación de la asistencia para el desarrollo; la versión más reciente figura en el documento WT/L/670, que contiene una lista de ayuda directa e indirecta al sector del algodón por un total de 6.850 millones de dólares EE.UU.

El Sr. Lamy describió este documento como una herramienta para examinar en el marco del mandato la ayuda prestada a este sector. Tras las observaciones formuladas por los participantes, dijo que sería necesario revisar de nuevo la manera en que está recopilado y presentado para hacerlo más útil. En particular, dijo, en el documento se ha de distinguir más claramente entre:

• lo que va directa e indirectamente al algodón

• los fondos que están disponibles, los que se están utilizando realmente y los que se han desembolsado
  

• los proyectos y programas introducidos antes y después de 2004.

Uno de los problemas debatidos en la reunión es la falta de concordancia entre los fondos puestos a disposición por los donantes y las solicitudes de los países receptores. Según algunos receptores africanos, no se están atendiendo sus necesidades; y según algunos donantes los receptores no presentan suficientes solicitudes apropiadas. El Sr. Lamy dijo que los participantes tienen que ahondar en el asunto para averiguar por qué existe esa falta de concordancia.

“Hay algo que no funciona bien y tenemos que descubrir lo que es”, dijo a los congregados.

Los participantes escucharon asimismo un resumen de la situación actual de las negociaciones sobre la agricultura y del Subcomité sobre el Algodón presentado por el Presidente de ambos, el Embajador de Nueva Zelandia, Sr. Crawford Falconer.

“Puedo afirmar con seguridad que no habrá resultados en la Ronda de Doha si no hay resultados en el algodón”, dijo. Delegados de todas las partes en la negociación estuvieron de acuerdo con él.

Entre las explicaciones de la ayuda que los países conceden a los productores africanos de algodón figuran las declaraciones de la India, el Brasil y China sobre la asistencia técnica que ofrecen. El Sr. Lamy destacó esta asistencia “Sur-Sur” como un valioso adelanto.

El Sr. Lamy reconoció que las opiniones de los Miembros difieren en cuanto a la medida en que las subvenciones otorgadas en los países ricos afectan a los precios del algodón globalmente. Sean cuales fueren las opiniones de los Miembros, el resultado dependerá de que se produzca un avance decisivo en las negociaciones, dijo.