En el debate plenario inaugural, cuyo título tema central era "Comercio: más allá de los titulares", el Director General Roberto Azevêdo pidió a los participantes que reflexionaran sobre la manera de mejorar el sistema de comercio para responder a los retos con que se enfrenta la comunidad internacional.

"La gente sufre", dijo el Director General Azevêdo. "Muchas personas se sienten desconectadas del progreso económico. Esto se ve claramente en muchos países desarrollados. Y en los países en desarrollo, los retos persistentes que plantean la pobreza y el desarrollo son más acuciantes que nunca".

"Aunque se sostenga -como yo- que el comercio es esencial para el crecimiento, el desarrollo y el empleo, hay que admitir que hemos subestimado totalmente la insatisfacción de la población con el statu quo", añadió. "No podemos pasarlo por alto. Debemos adaptarnos y reaccionar. Y una parte importante de ello consiste en escuchar esas preocupaciones en nuestros debates en la OMC".

El Foro Público, que se celebra todos los años, es el evento de proyección exterior más emblemático de la OMC; este año se inscribieron en él más de 2.200 participantes. El evento ofrece a altos funcionarios, empresarios de primera línea a nivel mundial, profesores universitarios y representantes de la sociedad civil una plataforma sin igual para reunirse y examinar algunas de las principales cuestiones de actualidad relacionadas con el comercio y el desarrollo.

Este año, el Foro Público se celebra en un momento en que el debate sobre el comercio y sus beneficios ha adquirido un relieve y provocado una polémica sin precedentes. El tema "Comercio: más allá de los titulares" brinda una oportunidad de ir más allá de la retórica y de estudiar detenidamente las realidades del comercio, las ventajas que ofrece y las dificultades que puede conllevar.

Bruce Stokes, Director de Actitudes Económicas Mundiales en el Centro de Investigación Pew, señaló que era importante no subestimar las repercusiones sociales de lo que describió como "un cambio vigoroso". A muchas personas del mundo desarrollado, en particular las que carecen de titulación, les inquieta el ritmo actual de la mundialización.

"La gente, en una proporción abrumadora, considera que el comercio es una buena cosa. Pero tenemos que ponernos en la piel de aquellos que no tienen educación superior y que se sienten excluidos". Si bien el público en general en todo el mundo es favorable al comercio, Stokes señala que son menos los que tienden a creer que el comercio crea empleo, eleva los salarios o reduce el costo de las mercancías para los consumidores.

Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, dijo que el comercio ha contribuido a sacar de la pobreza a cientos de millones de personas y ha mejorado el nivel de vida en todo el mundo. Sin embargo, añadió que también existe la percepción de que el comercio ha contribuido a acrecentar la desigualdad entre países, lo que los partidarios del comercio "no han logrado corregir colectivamente".

"Los nuevos acuerdos comerciales que se están debatiendo abordan ahora cuestiones relacionadas con las perturbaciones laborales", señaló la Sra. Lagarde, pero "no todo puede achacarse al comercio; todas las políticas temen una incidencia". Países como Singapur, Alemania y Dinamarca son ejemplos de países que proponen nuevas soluciones a nivel nacional para ayudar a los que no se han beneficiado del comercio.

Susana Malcorra, Asesora Ministra del Gobierno de la República de la Argentina, dijo que la experiencia de su país demostraba la importancia de disponer de políticas a largo plazo que facilitasen una buena planificación y previsibilidad.

"Hemos pasado de períodos de cierre completo a períodos de apertura a niveles irresponsables", dijo. Si bien el cierre de las fronteras ha contribuido al elevado nivel de pobreza de la Argentina, abrirlas demasiado rápido "entraña el riesgo de que muchos queden rezagados … Tenemos que prever una transición y lograr que el sector privado comprenda la necesidad de adaptarse".

Paul Krugman, columnista del New York Times y Premio Nobel, dijo que los manuales de economía nunca han dado a entender que la creciente apertura al comercio sería indolora, pero lo que economistas como él pueden haber pasado por alto es hasta qué punto el fuerte crecimiento del comercio mundial ha generado al mismo tiempo efectos de redistribución de los ingresos y costos de transición más acusados de lo esperado.

"Hemos cometido errores, hemos subestimado el dolor causado, pero eso no significa que ahora tengamos que dar la espalda a la economía mundial", afirma. "En algunos aspectos, la explosión del comercio ya es cosa del pasado, ya se ha estabilizado. Volver ahora la espalda al comercio sería altamente perturbador".

Strive Masiyiwa, fundador y Presidente Ejecutivo del grupo Econet, con sede en Sudáfrica, dijo que una mayor integración internacional había resultado "enormemente beneficiosa, tanto en lo relativo a la conectividad como a la capacidad de comerciar". Pero sigue siendo un hecho que en África, con 300 millones de jóvenes que buscan empleo en el continente, no se están creando suficientes empleos para hacer mella en esas cifras.

"Los empresarios africanos no disponen de capital. Esa es la cuestión a la que debemos dedicar más tiempo", declaró.

El Sr. Masiyiwa también dijo que los partidarios del comercio tienen que ser más explícitos. "Los que creemos en los beneficios del libre comercio tenemos que dar un paso al frente y explicar nuestra posición. Tenemos que mostrar pasión por aquello en lo que creemos. Parecemos ciervos ante los faros de un automóvil. Ese debate debería haberse cerrado hace mucho tiempo".

Naushad Forbes, Copresidente de Forbes Marshall y ex Presidente de la Confederación de la Industria India, dijo que el incremento del empleo y de la productividad que, como él, miles de empresas han experimentado "se debe en su totalidad a las oportunidades que nos han brindado el comercio y la integración en la economía mundial".

En su opinión, el reto consiste en establecer normas sencillas y transparentes que ayuden a las pequeñas y medianas empresas a participar en esos beneficios. El nuevo Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC puede servir de base para la aplicación de esas políticas y contribuir a que las empresas más pequeñas creen más empleos.

La Sra. Malcorra, que presidirá la Undécima Conferencia Ministerial de la OMC, en Buenos Aires el próximo mes de diciembre, dijo que la reunión ofrecerá a los gobiernos la oportunidad de reafirmar y reforzar su compromiso con el sistema multilateral de comercio y los beneficios que reporta.

"Tiene que llegarse a una convergencia de opiniones en la que se reconozca que el sistema actual, pese a lo imperfecto que pueda ser, es necesario; necesitamos encontrar formas de avanzar y de renovar el compromiso con este esfuerzo colectivo", declaró.