Los servicios, desde la arquitectura hasta la salud, pasando por las telecomunicaciones de correo vocal y la consultoría jurídica, son el sector más dinámico de la economía de los países desarrollados y los países en desarrollo y su importancia seguirá creciendo en los próximos decenios. Esto es lo que se desprende del Informe sobre el comercio mundial 2019, que se presentó el 8 de octubre.

Contrariamente a las mercancías, los servicios son intangibles y es difícil para los consumidores evaluar su calidad. En varias sesiones del Foro Público se insistió en que era necesario reglamentar, en particular en el ámbito de la digitalización y la inteligencia artificial, y a la vez observar la incidencia de las reglamentaciones en el empleo y las condiciones de trabajo.

Según los participantes, mejorar el entorno institucional puede ayudar a los países a maximizar los beneficios que se derivan de los servicios, También se hizo hincapié en que los países han de determinar cuáles son las medidas internas que afectan a la capacidad de las empresas para exportar los servicios que producen, sobre todo en los países en desarrollo. Asimismo se dijo que era necesario encontrar la forma de reducir los obstáculos discriminatorios de conformidad con las normas de la OMC.

Uno de los principales mensajes fue que, en los próximos años, la función de la OMC será crucial para conocer mejor el comercio de servicios y promover su expansión.

Será esencial mejorar la recogida de datos a nivel internacional para reflejar la realidad del comercio de servicios en todo el mundo. Se consideró que la medición del comercio en valor añadido (TiVA) era una forma importante de extraer datos complejos en el marco de las cadenas de valor. La base de datos TiVA, elaborada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la OMC, es una herramienta muy útil a este respecto. Otra herramienta importante elaborada recientemente por la OMC es la base de datos sobre el comercio de servicios por modo de suministro, que mide el comercio de servicios por sectores. Los participantes examinaron también cómo los nuevos datos incidirán en la formulación de políticas.

Los participantes destacaron la contribución de los servicios a las cadenas de valor mundiales, ya que a menudo los servicios son insumos en los productos finales y pueden potenciar la eficiencia de las cadenas de valor mundiales. Además, muchos países que dependen de la deslocalización de los servicios para los procesos de manufactura podrían suministrar ellos mismos esos servicios.

Se insistió en la necesidad de proseguir la labor en relación con la recogida de datos. En muchos países, al parecer, es muy complicado obtener datos relativos a las empresas, por lo que es más difícil determinar dónde se genera la productividad en cada país.

Además, se señaló que el sistema multilateral de comercio necesita adaptarse a la evolución del entorno comercial intensificando las negocicaciones sobre los servicios en la OMC. En este contexto, se instó a la cooperación internacional, en particular mediante el intercambio de mejores prácticas en materia de reglamentación y la transparencia de las medidas internas.

También se señaló que los servicios abren nuevas posibilidades a los países en desarrollo. Para promover su crecimiento económico, estos países podrían aprovechar las nuevas oportunidades tecnológicas, como las plataformas en línea. Por otra parte, se hizo hincapié en que, gracias a la creciente participación de las mujeres en los sectores de la salud y la educación, se podría lograr un comercio internacional más inclusivo.

Aquí encontrará más información sobre el comercio de servicios en la OMC.