AYUDA PARA EL COMERCIO

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En su intervención en la sesión plenaria inaugural, la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, dijo a los participantes que el futuro del comercio girará cada vez más en torno a tres cuestiones fundamentales, que son los temas del Examen Global de este año: el desarrollo sostenible, la conectividad digital y el empoderamiento económico de las mujeres.

“La iniciativa de Ayuda para el Comercio puede y debería destinarse a ayudar a desarrollar infraestructuras comerciales esenciales y, al mismo tiempo, respaldar la obtención de resultados inocuos para el clima, resilientes e inclusivos desde el punto de vista socioeconómico”, declaró.

En el informe La Ayuda para el Comercio en síntesis 2022 elaborado conjuntamente por la OMC y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y publicado hoy se señala que los compromisos de Ayuda para el Comercio aumentaron un 18% en 2020 y alcanzaron un máximo histórico de USD 64.600 millones.  Entre 2006 y 2020 se desembolsó un total de USD 556.000 millones en concepto de Ayuda para el Comercio.

El informe muestra que el 51% de los compromisos de Ayuda para el Comercio contraídos en 2020, un porcentaje equivalente a unos USD 33.000 millones, incluyen objetivos relacionados con el clima. “Las cuestiones ambientales están cada vez más presentes en las estrategias de desarrollo y comercio de los países en desarrollo y los países menos adelantados”, señaló la Directora General. 

Los desembolsos de Ayuda para el Comercio destinados a la conectividad digital y el comercio electrónico han aumentado un 23% desde 2018, pero, con una cuantía de USD 487 millones, siguieron representando un modesto 1% del gasto en 2020. “Hay margen para hacer tantísimo más en esta prometedora esfera”, dijo la Directora General.

El empoderamiento económico de las mujeres “es una cuestión que, me complace decir, está empezando a cobrar el impulso que merece entre las prioridades de las estrategias de desarrollo” prosiguió, y añadió que hay programas de Ayuda para el Comercio centrados en las mujeres empresarias y en las dificultades que encuentran en lo que respecta a la facilitación del comercio, el acceso a oportunidades comerciales, la financiación, la creación de redes de cooperación, la promoción del comercio y otras cuestiones.

La Directora General hizo un llamamiento en favor de una mayor participación del sector privado en la asistencia para el desarrollo relacionada con el comercio a fin de asegurar la recuperación y la resiliencia.  Propuso que la “Ayuda para el Comercio” pasara a llamarse “Inversión para el Comercio” para subrayar la importancia de aumentar la cooperación entre los sectores público y privado.

“Tenemos que seguir trabajando para revitalizar el sistema multilateral de comercio, y la Ayuda para el Comercio es parte de los esfuerzos por garantizar que los países en desarrollo y los países menos adelantados, que se han visto tan duramente afectados por la pandemia, las consecuencias de la guerra en Ucrania y el cambio climático, se beneficien del sistema multilateral de comercio”, dijo.

“Una parte esencial de lo que se ha dejado de lado es el sector privado”, añadió la Directora General.  “Esta crisis nos ha puesto delante algunas oportunidades muy obvias. Queremos cambiar la forma en que funcionan las cadenas de suministro … tratando de orientar más las cadenas de suministro del sector privado a esos países en desarrollo y países menos adelantados, de atraer la ayuda del sector privado para establecer la infraestructura adecuada y conseguir integrar a esos países en el marco del comercio mundial”.

Mediante la iniciativa de Ayuda para el Comercio, impulsada por la OMC, se alienta a los Gobiernos de los países en desarrollo y a los donantes a reconocer el papel del comercio como instrumento para el desarrollo. En particular, el objetivo de esta iniciativa es movilizar recursos para superar las limitaciones relacionadas con el comercio identificadas por los países en desarrollo y los países menos adelantados.

El objeto del Examen Global es reforzar la vigilancia y evaluación de la Ayuda para el Comercio a fin de ofrecer un incentivo tanto a los donantes como a los receptores para llevar adelante el programa de Ayuda para el Comercio.

En su intervención en la sesión inaugural, la Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional, Pamela Coke-Hamilton, destacó la importancia de velar por que la Ayuda para el Comercio genere resultados para sus beneficiarios finales.

“La Ayuda para el Comercio consiste en hacer realidad el comercio”, dijo. “En última instancia, lo que importa son las personas, y si no se consigue ayudar a las personas, todo lo que hacemos es en vano”.

La Sra. Coke-Hamilton reiteró el llamamiento hecho por la Directora General Okonjo-Iweala en favor de una mayor cooperación entre los sectores público y privado para mejorar la eficacia de la asistencia para el desarrollo relacionada con el comercio.

“El principal problema que veo es la falta de capacidad”, dijo. “La falta de capacidad para presentar propuestas financiables y la incapacidad, una vez aceptadas esas propuestas, de llevarlas realmente a cabo. El sector privado es un actor importante para incorporar ese tipo de conocimiento especializado”.

Tras señalar que los “más pobres entre los pobres son los más afectados” por la policrisis actual, Gerd Müller, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, hizo un llamamiento en favor de una transición para pasar del libre comercio al comercio equitativo.

“Tenemos que estar dispuestos a replantearnos lo que hacemos, cómo actuamos”, dijo. “Estoy convencido de que puede existir un mundo sin hambre, y de que se puede detener el cambio climático. Pero solo si actuamos ya. Dinero hay … el mundo industrializado está gastando billones, no miles de millones, billones para apoyar su economía. Los países en desarrollo no pueden hacer eso por sí solos. Necesitan mucha más solidaridad mundial”.

En un mensaje de vídeo emitido durante la sesión inaugural, el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, dijo que la Ayuda para el Comercio puede ser un instrumento para fomentar la resiliencia en el marco de las crisis actuales y para ayudar a mejorar la resiliencia económica de los países en desarrollo y los países menos adelantados.

“La expansión sostenible del comercio y las inversiones a nivel mundial es uno de los factores más importantes para impulsar un mayor desarrollo económico, mejorar las relaciones internacionales y aumentar el nivel de vida en todo el mundo”, declaró el Sr. Cormann. “De hecho, ese es precisamente el objetivo de la Ayuda para el Comercio”.

El Sr. Hyginus ‘Gene’ Leon, Presidente del Banco de Desarrollo del Caribe, dijo que la falta de capacidad para recuperarse de la pandemia de COVID-19 y crear resiliencia “es la cuestión fundamental que debemos afrontar para avanzar”.

“El comercio promueve el desarrollo. Sin eso, no va a haber capacidad de recuperación ni capacidad para generar resiliencia”, señaló.  Sin embargo, “sin financiación adecuada y asequible, es imposible impulsar la preparación o realización de actividades que permitan el comercio”.

Hani Salem Sonbol, Director Ejecutivo de la Corporación Internacional Islámica para la Financiación del Comercio, dijo que su organización estaba centrando su apoyo en los países más afectados por las crisis actuales.

“Hemos observado que la recurrencia de crisis es cada vez más frecuente”. “Cualquier crisis que azote al mundo va a cambiar sin duda el comercio y la forma de hacer negocios”.

En la sesión inaugural también se presentó el Examen Global de la Ayuda para el Comercio 2022, una publicación de la OMC en la que se analizan los resultados del ejercicio de vigilancia y evaluación de la OCDE y la OMC. En ella se definen las esferas prioritarias en materia de Ayuda para el Comercio, con especial énfasis en el desarrollo sostenible, la conectividad digital y el empoderamiento económico de las mujeres.

En el informe se constata que la pandemia de COVID-19 ha obligado a reajustar las prioridades de la Ayuda para el Comercio, y tanto beneficiarios como donantes mencionan estrategias elaboradas específicamente para apoyar la recuperación ante los persistentes efectos económicos de la pandemia. La conectividad digital resultó ser un factor importante para la resiliencia económica durante la pandemia. Junto con el comercio electrónico, estas son dos esferas en las que las asociaciones público-privadas están prosperando, si bien sigue habiendo un margen considerable para ampliar la financiación de la Ayuda para el Comercio en este ámbito, recoge el informe.

La Ayuda para el Comercio también ha adquirido mayor importancia en el contexto de la lucha contra el cambio climático. En el informe se señala que la sostenibilidad ambiental es una de las principales prioridades, en particular entre los donantes.  En cuanto al empoderamiento económico de las mujeres, aunque los países están integrando las cuestiones de género en una amplia gama de instrumentos y políticas, empezando por sus estrategias generales de desarrollo, la integración de esas cuestiones en la política comercial sigue suponiendo un desafío para la mayoría de ellos.

En el marco de las más de 50 sesiones que tendrán lugar a lo largo de tres días, en el Examen Global se examinará la función que tiene la Ayuda para el Comercio para fomentar el empoderamiento económico de las mujeres y la conectividad digital, y la manera en que el desarrollo ecológicamente sostenible puede contribuir a lograr los resultados deseados en materia de desarrollo. El programa de las sesiones se puede consultar aquí.

 

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