FACILITACIÓN DE LAS INVERSIONES PARA EL DESARROLLO

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La DGA Hill subrayó que las negociaciones sobre facilitación de las inversiones para el desarrollo (FID) estaban abiertas a la participación de todos los Miembros de la OMC que lo desearan y que, tras más de seis años de arduo trabajo, el Acuerdo FID contaba con el apoyo de casi 120 Miembros participantes de todas las regiones. La mayoría eran países en desarrollo Miembros, incluidos 23 países menos adelantados (PMA) Miembros.

Señaló que, a diferencia de otros acuerdos de la OMC de más larga data, el objetivo del Acuerdo FID no eran las negociaciones en materia de concesiones sobre acceso a los mercados, sino más bien la mejora de la transparencia y la eficacia de los reglamentos y procedimientos en materia de inversiones, con miras a lograr que las economías sean más eficientes y atractivas para los inversores extranjeros y nacionales.

Tras señalar que el texto también contiene disciplinas que abordan la conducta responsable de las empresas y medidas contra la corrupción, subrayó que, mediante la mejora de la transparencia, la rendición de cuentas y la gobernanza de los procedimientos de inversión, el Acuerdo trata no solo de atraer más corrientes de inversión extranjera directa (IED), sino también inversiones de mayor calidad. Dijo que el objetivo último era fomentar el desarrollo sostenible.

En un contexto de múltiples crisis en que numerosas economías en desarrollo con recursos fiscales limitados se ven confrontadas con la debilidad del crecimiento, los elevados precios de los alimentos y la energía, y el aumento de la pobreza, la DGA Hill dijo que muchos participantes en la iniciativa FID consideraban que el Acuerdo FID era un instrumento para sentar unas bases sólidas y dinamizar sus economías.

Se refirió a los datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, que muestran en 2023 un aumento de las diferencias en materia de inversión de USD 4 billones, frente a USD 2,5 billones en 2015, en un momento en que el imperativo de la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono requiere por sí solo miles de millones de dólares en inversiones verdes. Al mismo tiempo, las corrientes de IED hacia los países en desarrollo disminuyeron un 9% en 2023.

El DGA Hill destacó, asimismo, la dimensión del desarrollo del Acuerdo FID, que además de establecer un punto de referencia internacional en materia de facilitación de las inversiones, también incluía disposiciones amplias relativas al trato especial y diferenciado. Estas disposiciones, que se inspiraban en el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC, permiten a los países en desarrollo y los PMA Miembros aplicar el Acuerdo FID a su propio ritmo. También se estipula que deberá prestarse asistencia y apoyo para la creación de capacidad, a fin de ayudar a los países en desarrollo y los PMA Miembros a aplicar dicho Acuerdo.

Además, según las investigaciones llevadas a cabo por el Instituto Alemán de Desarrollo y Sostenibilidad, el Acuerdo FID tiene el potencial de contribuir a un aumento sustancial del bienestar mundial, en particular en los países de ingresos bajos y medianos.

No obstante, la DGA Hill señaló que el logro de esos beneficios estaba supeditado a la identificación adecuada de las necesidades de los países en desarrollo. Subrayó el papel fundamental que desempeñaba la evaluación de las necesidades para ayudar a los países en desarrollo y los PMA Miembros a identificar y evaluar sus necesidades y prioridades en materia de asistencia técnica y creación de capacidad. Alentó a los participantes en la iniciativa FID, en particular a los donantes, a que contribuyeran a llevar a cabo estas evaluaciones de las necesidades.

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