WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY


MÁS INFORMACIÓN:
> Discursos: Pascal Lamy

 

Señor Consejero Federal
Señor Presidente del Consejo de Estado
Señor Presidente del Gran Consejo
Señora Alcaldesa de Ginebra
Autoridades federales, cantonales y municipales
Estimados representantes de los Miembros de la OMC
Señoras y señores
Estimados amigos,
Buenos días a todos y bienvenidos a la OMC.

Hoy inauguramos el nuevo recinto de la OMC. Desde que se terminó en 1926, como sede de la OIT, el Centro William Rappard ha tenido distintos ocupantes y ha experimentado diversas modificaciones y ampliaciones. Con esta última serie de remodelaciones culmina un proyecto cuyo objetivo es reunir a toda la Secretaría de la OMC bajo un mismo techo.

En primer lugar, quiero invitarles a ver un breve vídeo sobre las obras realizadas para renovar y ampliar el recinto de la OMC.

La ceremonia de hoy marca el final de un ciclo que comenzó cuando asumí mis funciones en 2005, después de que decidiéramos abandonar el proyecto de construcción de un segundo recinto de la OMC en la avenue de France para centrarnos en instalar la Secretaría de la Organización en un único recinto, bajo un mismo techo, como corresponde a una colectividad de trabajo donde las tareas están estrechamente relacionadas unas con otras.

Llevó casi tres años negociar un nuevo acuerdo con nuestros anfitriones suizos pero, el 1º de agosto de 2008, la OMC y la Confederación Suiza firmaron un Memorando de Entendimiento sobre las necesidades a largo plazo de la Organización en materia de instalaciones. Las obras de renovación comenzaron ese mismo año y, como hemos visto en el vídeo, en septiembre de 2011 pusimos la primera piedra del nuevo edificio.

Cinco años después del comienzo de las obras, podemos finalmente disfrutar de las nuevas instalaciones. Cabe destacar que, a pesar de las previsibles diferencias de orden político, técnico y procedimental, este ambicioso proyecto ha podido completarse dentro del plazo previsto y, lo que es más importante, respetando escrupulosamente el presupuesto que tenía asignado.

Celebramos la conclusión de tres grandes proyectos realizados conjuntamente: la renovación del antiguo edificio, su acondicionamiento y la construcción de una ampliación. Estos proyectos permitirán que, desde ahora, la OMC, su personal y sus Miembros estén reunidos en un único lugar.

El nuevo recinto ampliado de la OMC conserva la huella del pasado al tiempo que mira hacia el futuro. Se ha construido con arreglo a las normas tecnológicas más estrictas en lo relativo a su funcionalidad y sostenibilidad medioambiental, pero también respeta la larga historia de este lugar excepcional y su entorno. Se han recuperado varias obras de arte que, una vez restauradas, han sido integradas en la nueva estructura, y seguirán dando testimonio del valioso patrimonio de este lugar.

Junto a la sede histórica de la OMC, el moderno edificio nuevo es la extensión física del antiguo recinto y a la vez se integra en el entorno natural del parque que lo circunda. En el proyecto del nuevo edificio nunca hubo intención de imitar la estructura preexistente.

Más bien, hemos querido buscar la armonía de la nueva construcción con el antiguo edificio: una continuidad en el tiempo y en el espacio. En el tiempo, entre pasado, presente y futuro; en el espacio, una continuidad con el extraordinario marco natural que rodea los edificios. La estructura liviana y las líneas puras del edificio evocan la transparencia y la flexibilidad, pero también la solidez y el carácter internacional de la OMC. Reflejan también la apertura: apertura del comercio, apertura al público, porque no hemos querido encerrar a la OMC tras una reja. Por este mismo motivo, el restaurante estará abierto al público a partir del otoño.

Son estilos diferentes pero concebidos en conjunto. Una imagen, en cierto modo, del sistema internacional necesario en el siglo XXI.

Como sucede con las actividades cotidianas de la OMC, en el proyecto de construcción han intervenido distintos actores que han tenido que dialogar, colaborar y quizá negociar. Ahora que concluyen las obras de construcción, quiero expresar mi sincero agradecimiento a todos los que nos han ayudado a lo largo de este proceso. No puedo nombrarlos a todos, la lista sería demasiado larga, pero quiero mencionar a algunas personas e instituciones cuya contribución ha sido esencial para el buen fin de esta empresa.

Quiero dar las gracias en primer lugar a la Confederación Suiza y a su Consejo Federal, representado hoy por nuestro amigo el Sr. Johann Schneider-Ammann, que autorizaron y apoyaron el proyecto. Permítanme también rendir un homenaje especial a la Sra. Micheline Calmy-Rey, que compartió mi idea, después de debatir larga y profundamente, y defendió nuestra causa en Berna.

Quiero asimismo dar las gracias a la Misión de Suiza en Ginebra, y en particular al Sr. Embajador Alexandre Fasel, al Sr. Embajador Amadeo Pérez y a sus predecesores, cuya participación también ha sido determinante.

Permítanme también expresar mi reconocimiento al Cantón de Ginebra, al Consejo de Estado, al que hoy representa su Presidente el Sr. Charles Beer, y al Gran Consejo, representado por su Presidente el Sr. Gabriel Barrillier. Su apoyo político ha sido decisivo para superar varios problemas.

Además, quiero dar las gracias muy especialmente a la Ciudad de Ginebra, al Consejo Administrativo y a su Alcaldesa, la Sra. Sandrine Salerno, cuyo apego a la vocación internacional de la ciudad ha contribuido en gran medida al éxito del proyecto.

Agradezco igualmente a la FIPOI, a su Director, el Sr. François Reinhard, y a su equipo, en particular al Sr. Gilles Pricaz, su estimable colaboración y su participación directa en los tres proyectos. Sin su ayuda, el proyecto nunca habría podido ver la luz.

Es el momento también de dar las gracias a los Miembros de la OMC, representados aquí por el Sr. Embajador Bashir, Presidente del Consejo General, por su confianza, paciencia y apoyo. Espero que el recinto renovado les resulte un lugar de trabajo más cómodo y más adecuado, que responda a sus necesidades y favorezca las relaciones de trabajo ente los expertos nacionales y los de la Secretaría.

Gracias también a los arquitectos, cuya creatividad y profesionalidad han permitido hacer realidad nuestro proyecto, y especialmente a los Señores François De Marignac y Oscar Frisk, de Group8, y a sus colaboradores, a los que se debe la renovación del antiguo edificio de la OMC. En particular, el nuevo Atrio que han ideado ha recogido un aplauso unánime. Por la concepción de nuestro nuevo edificio, mi reconocimiento al Sr. Jens Wittfoht y a su ayudante el Sr. Thomas Kindsvater. A este respecto, les invito a que asistan a la exposición que el Sr. Wittfoht hará a las 14 h sobre la construcción del nuevo edificio.

Vaya una palabra de agradecimiento para Pom+, y particularmente para el Sr. Stéphane Maye, que ha contribuido a la gestión del proyecto, así como para las empresas de construcción Techdata, HRS e Implenia, y para todos los subcontratistas que han velado en todo momento por que las obras finalizaran a tiempo y dentro de los límites presupuestarios establecidos.

Estoy profundamente agradecido a la población de Ginebra por el apoyo que manifestó en el referéndum de 2009. A este respecto, vaya mi sincero reconocimiento para el grupo de jóvenes profesionales reunidos en torno a la iniciativa Action pour la Genève Internationale et son Rayonnement - AGIR, y para la Fédération des entreprises romandes que, hace cuatro años, se movilizaron a favor de la ampliación del Centro William Rappard. Su decidido respaldo jugó un papel decisivo en la sensibilización de la población de Ginebra.

Por último, quiero dar las gracias a todo el personal de la OMC, que ha soportado pacientemente el ruido y los inconvenientes ocasionados por las obras. Deseo especialmente mencionar al personal auxiliar de la División de Administración y Servicios Generales, en particular al personal de los servicios logísticos y técnicos, que ha trabajado sin descanso mientras han durado las obras y ha contribuido a reducir todo lo posible las molestias ocasionadas. Es también el momento de dar las gracias al Director General Adjunto Rufus Yerxa y a Victor Do Prado.

Cuando contraté a Victor como adjunto de Arancha, en 2005, esperaba utilizar sus conocimientos sobre los instrumentos de defensa comercial. En ocho años, habremos dedicado dos tercios de nuestras conversaciones no a la defensa comercial, sino a las distintas técnicas de construcción. Siempre he querido tener equipos todoterreno, y con Arancha y Victor los he tenido. Sin ellos, este proyecto no habría llegado a buen puerto.

El nuevo recinto de la OMC es la culminación de los esfuerzos de todos los que han participado. En ocasiones hemos tenido dificultades, pero el resultado muestra que los esfuerzos han valido la pena.

Antes de terminar, permítanme invitarles a visitar el nuevo edificio y el recinto renovado de la OMC y descubrir los tesoros históricos, artísticos e institucionales que hemos recuperado y expuesto. Después de la ceremonia, los Miembros de la OMC harán visitas guiadas por los edificios y el recinto. Quiero agradecerles personalmente su presencia aquí y el tiempo que han dedicado a la organización de este acto.

Espero que disfruten esta experiencia única y deseo lo mejor para las Jornadas de Puertas Abiertas de la OMC en los próximos años.

Muchas gracias.

 

 

 

Servicio de noticias RSS

> Si tiene problemas para visualizar esta página,
sírvase ponerse en contacto con [email protected], y proporcionar detalles sobre el sistema operativo y el navegador que está utilizando.