CM11 en breve

Facilitación de las inversiones
Relación entre comercio e inversiones

En abril de 2017, el grupo de Amigos de la Facilitación de las Inversiones para el Desarrollo (FIFD), integrado por 14 Miembros en desarrollo y menos adelantados, propuso que se mantuviese un Diálogo Informal de la OMC sobre la Facilitación de las Inversiones para el Desarrollo.

Abierto a todos los Miembros de la OMC, el Diálogo tiene por objeto analizar los vínculos crecientes entre el comercio y las inversiones en la economía mundial, examinar qué medidas están adoptando los Miembros de la OMC para facilitar las inversiones y determinar si la OMC podría ayudar a los Miembros a impulsar y consolidar esos esfuerzos, y cómo podría hacerlo. En opinión de los proponentes, un acuerdo en este sentido podría facilitar las inversiones a nivel mundial, como ha hecho la OMC para facilitar el comercio mundial con su Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que entró en vigor en febrero de 2017.

Los proponentes sostienen que la facilitación de las inversiones consiste en crear un entorno comercial más eficaz, previsible y propicio a las inversiones, haciendo que sea más fácil para los inversores llevar a cabo operaciones, realizar las actividades cotidianas y ampliar sus inversiones. En su opinión, no se trata de cambiar las políticas de inversión de los Miembros, sino de lograr que esas políticas se apliquen y administren de forma transparente, eficaz y previsible. En muchos casos, los escollos, deficiencias e incertidumbres que se pretenden resolver con la facilitación de las inversiones se deben principalmente a trámites innecesarios y trabas burocráticas.

Con el Diálogo también se pretende fomentar una mayor cooperación internacional para facilitar las inversiones, tanto entre gobiernos e inversores como entre países de origen y receptores. Otro de los objetivos básicos es potenciar la participación de los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA) en las corrientes mundiales de inversiones. Los proponentes han señalado que, según estimaciones de la UNCTAD, los países en desarrollo necesitarán 2,5 billones de dólares EE.UU. adicionales al año en inversiones para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, y que según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017 de la UNCTAD, la inversión extranjera directa (IED) sigue siendo la fuente de financiación externa más importante y constante para las economías en desarrollo, por delante de las inversiones de cartera, las remesas y la asistencia oficial para el desarrollo.

Sin embargo, otros Miembros se oponen a que se celebren debates sobre la facilitación de las inversiones en la OMC, por el motivo de que esta cuestión no forma parte del actual mandato de negociación. Aducen además que un marco en el contexto de la OMC podría mermar la capacidad de los Miembros de reglamentar las entradas de inversiones en sus mercados nacionales. También se ha planteado la cuestión de saber hasta qué punto los países en desarrollo y los PMA Miembros se beneficiarían realmente de un acuerdo sobre facilitación de las inversiones.

De momento se han celebrado seis reuniones en el contexto del Diálogo Informal, para las cuales ha actuado como coordinador el Embajador Marcelo Cima (Argentina). Hasta la fecha, los participantes han intercambiado opiniones y compartido experiencias en torno a cuatro esferas clave:

  • mejorar la transparencia y la previsibilidad de las reglamentaciones, por ejemplo mediante la publicación/notificación de medidas relacionadas con las inversiones o servicios de información/ventanilla única;
  • racionalizar y agilizar los procedimientos administrativos, por ejemplo en relación con aspectos relativos al trámite de solicitudes de inversión, los procesos de aprobación, las licencias y títulos de aptitud, las formalidades y requisitos relativos a la documentación o la ventanilla única;
  • fortalecer la cooperación internacional y atender las necesidades de los Miembros en desarrollo, por ejemplo mediante el intercambio de información entre las autoridades competentes o las actividades de asistencia técnica y creación de capacidad para los países en desarrollo y los PMA;
  • otras cuestiones relacionadas con la facilitación de las inversiones, como la cooperación entre los gobiernos y los inversores, la resolución de reclamaciones de los inversores/mediador y la responsabilidad social corporativa.

Cuestiones como el acceso a los mercados, la protección de las inversiones y la solución de diferencias entre inversores y Estados no forman parte del Diálogo sobre las inversiones.

Antecedentes históricos

La cuestión de las inversiones no es nueva para la OMC. De hecho, estuvo presente en el comienzo del sistema multilateral de comercio. En 1947, las negociaciones para crear una Organización Internacional de Comercio (OIC) incluyeron no solo el establecimiento de disciplinas para el comercio mundial, sino también normas, también en relación con las inversiones internacionales. Puesto que resultó imposible ratificar la denominada Carta de La Habana, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1947 se convirtió en el único instrumento multilateral por el que se rigió el comercio internacional desde 1948 hasta el establecimiento de la OMC en 1995.

Como resultado de las negociaciones de la Ronda Uruguay, en 1995 la OMC impone por primera vez importantes obligaciones a los gobiernos con respecto al trato que se debe dar a los ciudadanos extranjeros o a las compañías extranjeras dentro de sus territorios, en particular, en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) y el Acuerdo sobre Contratación Pública (ACP), que es un acuerdo plurilateral.
La integración de las inversiones y el comercio transfronterizo es más evidente en el AGCS, que contiene elementos aplicables directamente a determinadas medidas en materia de inversiones. El AGCS define cuatro "modos" de suministro de servicios, uno de los cuales es el realizado "por un proveedor de servicios de un Miembro mediante presencia comercial en el territorio de cualquier otro Miembro".

El Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio (Acuerdo sobre las MIC) prohíbe que se apliquen determinadas medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio de mercancías a las empresas que operen dentro del territorio de un Miembro. El Acuerdo sobre las MIC se ocupa del trato discriminatorio de las mercancías exportadas e importadas y de las restricciones al comercio; no está específicamente orientado hacia el trato de personas extranjeras jurídicas o físicas. No obstante, el Acuerdo prohíbe, en la mayoría de los casos, que los Miembros de la OMC obliguen a las empresas a utilizar mercancías producidas en el país en sus procesos de fabricación, o prescriban requisitos de exportación a las empresas.

En 1996, en la Primera Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en Singapur, los Miembros decidieron establecer un grupo de trabajo sobre la relación entre comercio e inversiones cuyo cometido sería realizar una labor analítica y exploratoria. Las inversiones se incluyeron inicialmente en el programa de la Ronda de Doha, puesta en marcha en 2001, pero en Doha los Ministros decidieron posponer durante dos años la decisión de comenzar o no negociaciones sobre las inversiones. En la Conferencia Ministerial de Cancún, celebrada en 2003, los Ministros no pudieron lograr un consenso acerca de la iniciación de negociaciones. Al no conseguir salvar sus diferencias, el 1º de agosto de 2004 los Miembros acordaron dejar las inversiones fuera del programa de la Ronda de Doha.