El Director General, en su condición de Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales, rindió informe sobre las consultas por él celebradas para facilitar y catalizar el acuerdo entre los Miembros. En su informe, dijo que no había habido cambios significativos en las posiciones de los negociadores y que las distancias seguían siendo demasiado amplias. Ante esta situación, el Director General recomendó como único camino posible suspender las negociaciones de toda la Ronda a fin de permitir la seria reflexión de los participantes que resultaba claramente necesaria.

En sus declaraciones, los Miembros coincidieron con esta valoración y aprobaron la recomendación del Director General. Hubo expresiones de pesar, decepción y frustración profundos por la falta de progresos en las negociaciones. Los Miembros convinieron en que se precisaba un tiempo de reflexión, pero también manifestaron la esperanza de que el "cuarto intermedio" fuera temporal y breve, puesto que era menester encarrilar las negociaciones cuanto antes. Dijeron asimismo que había que preservar los logros obtenidos hasta el momento en las negociaciones y desarrollarlos en lugar de malograrlos. Hubo acuerdo general respecto de la necesidad de no modificar el mandato ni dividirlo para permitir avances selectivos.

El Consejo General también escuchó un informe sobre los trabajos emprendidos por el Equipo de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio establecido en virtud de la Declaración Ministerial de Hong Kong para contribuir a la dimensión de desarrollo del Programa de Doha para el Desarrollo. La Embajadora Horn Af Rantzien (Suecia), Presidenta del Equipo de Trabajo, hizo una declaración en la que afirmó que el Equipo de Trabajo había concluido sus trabajos y había alcanzado un consenso sobre las recomendaciones.

Declaró que en el seno del Equipo de Trabajo existía un consenso claro en cuanto a que la ayuda para el comercio era importante en sí misma, y era un tema en el que había que avanzar rápidamente pese a las dificultades que conocía actualmente la Ronda. Al mismo tiempo, los Miembros tenían claro que la ayuda para el comercio no sustituía -ni podía sustituir- a los beneficios para el desarrollo que se derivarían del éxito de la Ronda.

Los Miembros reconocieron la importancia de la ayuda para el comercio como instrumento para ayudar a los países en desarrollo a integrarse más plenamente en el sistema multilateral de comercio y a obtener mayores oportunidades comerciales, con lo que mejorarían las perspectivas de crecimiento y se reduciría la pobreza. Dijeron que la ayuda para el comercio era un elemento importante del Programa de Doha para el Desarrollo, y que esperaban una pronta aplicación de las recomendaciones del Equipo de Trabajo. Algunos señalaron también que el informe proporcionaba un buen plan inicial para hacer operativas sus recomendaciones.

Dado que el informe no se distribuyó hasta el jueves y que los Miembros necesitaban tiempo suficiente para examinarlo antes de reflexionar sobre el curso de acción apropiado, el Consejo General convino en volver a examinar este asunto en la siguiente reunión (prevista para octubre) para considerar las medidas que se podrían adoptar con respecto al informe y sus recomendaciones.