La iniciativa para recabar la participación de los embajadores y sus expertos es continuación de las nueve reuniones técnicas de análisis fáctico, celebradas en febrero y marzo, sobre el funcionamiento de los programas de constitución de existencias y ayuda alimentaria y sobre las repercusiones para la propuesta de los países en desarrollo del G-33.

El grupo pide que la fijación de precios garantizados para los productores en el marco de esos programas — que se aplican a los productores con ingresos bajos o pobres en recursos y por motivos de seguridad alimentaria—, se incluya en la categoría de ayuda del “compartimento verde” y que, por consiguiente, esté permitida sin limitaciones.

Tras la celebración de esas reuniones, el Presidente, que es Embajador de Nueva Zelandia, inició una ronda de consultas exploratorias a un nivel más político para empezar a “establecer [la] correspondencia entre nuestros nuevos conocimientos sobre las políticas vigentes y los diferentes elementos de la propuesta [y, por consiguiente, plantear] cuestiones tanto técnicas como políticas”, según afirmó.

Y añadió: “Es también obvio que estamos aún lejos de llegar a un acuerdo; en realidad, el examen sustantivo de la propuesta no ha hecho más que empezar.” (Audio infra).

 

Otras propuestas sobre “resultados iniciales”

En la reunión se abordaron también brevemente otras cuestiones, que se examinarán más adelante. Al igual que la propuesta del G-33, esas cuestiones son consideradas por quienes las han planteado como temas de la Ronda de Doha sobre los que podría llegarse rápidamente a un acuerdo en la Conferencia Ministerial que se celebrará del 3 al 6 de diciembre de 2013 en Bali.

Entre esas cuestiones figuran las siguientes: una propuesta de los países en desarrollo del G-20 sobre la administración de los contingentes arancelarios (la forma de asignar a los importadores los contingentes o volúmenes sujetos a derechos más bajos); otra propuesta del G-20 (que aún no ha sido presentada) sobre la eliminación de las subvenciones a la exportación y el establecimiento de disciplinas relativas a otros aspectos de la competencia de las exportaciones de modo que no contengan elementos de subvención; y, por último, una propuesta del G-10 para hacer más estrictas las disciplinas relativas a las restricciones a la exportación.

En la Conferencia Ministerial celebrada en Hong Kong en 2005, los Miembros convinieron en que las subvenciones a la exportación debían eliminarse en 2013 como parte del conjunto de resultados de la Ronda de Doha. El G-20 y el Grupo de Cairns dijeron que esa fecha ya había llegado, aunque la Ronda de Doha no estuviese finalizada. Algunos países dijeron que el conjunto de resultados sobre la competencia de las exportaciones no podía separarse del resto de las negociaciones sobre la agricultura y otros temas de la Ronda de Doha, por lo que no era una cuestión sobre la que pudiera llegarse rápidamente a un acuerdo en Bali.

Algunos países siguieron expresando reservas en relación con la propuesta sobre la administración de los contingentes arancelarios, que consideraban parte de un equilibrio con otras disposiciones en materia de acceso a los mercados en las negociaciones sobre la agricultura, y preguntaron si el trato especial para los países en desarrollo haría que los grandes importadores de productos alimenticios fueran el principal objetivo de la propuesta.

Otros dijeron que la administración de los contingentes arancelarios guardaba relación con el cumplimiento de los compromisos en materia de acceso a los mercados asumidos en la Ronda Uruguay (que había dado lugar al actual Acuerdo) — por ejemplo, en el caso de contingentes infrautilizados aun cuando los precios internos fuesen más altos que los precios mundiales — y no debería confundirse con el nuevo acceso a los mercados que se estaba negociando en el marco de la Ronda de Doha.

 

La propuesta del G-33

La propuesta sobre la constitución de existencias, presentada por el G-33 en noviembre de 2012 y examinada en las reuniones de enero y febrero, forma parte del llamamiento más general del grupo a favor del trato especial para los países en desarrollo como medio de ayudar a sus agricultores pobres. Indonesia es el coordinador del G-33.

El grupo se propone modificar el Acuerdo sobre la Agricultura para hacer menos estrictas las disciplinas en materia de ayuda interna, en particular las relativas al sostenimiento de los precios vinculado a la constitución de existencias públicas y la ayuda alimentaria, con objeto de mejorar la seguridad alimentaria y ayudar a los agricultores pobres. La propuesta está basada en el texto del Anexo B del proyecto de “modalidades” de diciembre de 2008, principal proyecto para la agricultura actualmente sobre la mesa.

 

Opiniones

Todos los Miembros coinciden en que la constitución de existencias es necesaria para mejorar la seguridad alimentaria, pero discrepan sobre los medios para alcanzar ese fin.

La propuesta del G-33 daría a los países en desarrollo una relativa libertad para recurrir al sostenimiento de los precios, pues el grupo considera que las actuales disciplinas de la OMC acabarán por limitar la capacidad de esos países para aplicar tales programas.

A otros Miembros les preocupa que, sin disciplinas, algunos medios de aplicación de los programas puedan tener efectos de distorsión en los mercados, al inflar los precios obtenidos por los agricultores y las cantidades que éstos producen y, en último término, reducir los precios mundiales.

Esos Miembros quieren también evitar que se modifique la forma en que están estructuradas las normas de la OMC aplicables al comercio de productos agrícolas, lo que en su opinión ocurriría si las políticas con efectos de distorsión del mercado, tales como el sostenimiento de los precios, se trasladasen al compartimento verde — que no está sujeto a limitaciones y cuyos efectos de distorsión del comercio no exceden, supuestamente, de niveles mínimos — en lugar del compartimento ámbar, que está sujeto a limitaciones y compromisos de reducción.

En consecuencia, esos Miembros desean examinar formas de someter a disciplinas la intervención en el mercado para evitar la distorsión y asegurarse de que los programas se dirigen realmente a los agricultores y consumidores pobres.

Algunos Miembros han indicado que no pueden apoyar la propuesta del G-33 en su forma actual. Pero los oradores de ambos lados dicen que sus respectivas preocupaciones son legítimas y merecen atención.

 

Nueve consultas técnicas

Todas las delegaciones que hicieron uso de la palabra dijeron que las nueve consultas técnicas presididas por Jonas Skei, de Noruega, habían sido útiles. El Sr. Skei informó al Embajador Adank, que a su vez rindió informe a la reunión.

Seis Miembros — Pakistán, India, China, Indonesia, Brasil y Filipinas — presentaron sus programas, lo que dio lugar a debates pormenorizados sobre el funcionamiento de esos programas.

Además, durante las cuatro semanas, 28 Miembros respondieron a un cuestionario distribuido por la Secretaría, y se distribuyeron ocho conjuntos de preguntas complementarias de los Miembros, algunas de tipo general, otras dirigidas a 15 Miembros.

En cuanto a la propuesta en sí misma, el G-33 dijo que el aumento de los precios había reducido la libertad para utilizar esos programas (su “margen de actuación”) y hecho necesaria la utilización de precios “administrados” más altos en el marco de los programas, según informó el Embajador Adank. Como consecuencia, los límites del compartimento ámbar eran ahora mucho más restrictivos que en la época en que se negoció el actual Acuerdo en el marco de la Ronda Uruguay de 1986-1994. (Con arreglo a las normas convenidas que están en vigor actualmente, la ayuda y los compromisos de reducción de la ayuda se miden en parte mediante la comparación de los precios administrados con los precios de referencia fijos de finales del decenio de 1980.)

El grupo considera que los programas de constitución de existencias son el mejor medio de lograr la seguridad alimentaria para su población y que los precios administrados son necesarios para que los gobiernos puedan competir con el sector privado para comprar los productos, estimular la producción y asegurar la disponibilidad de alimentos, velar por que determinados agricultores reciban una remuneración suficiente y proteger a los agricultores de los efectos de la subida o la disminución rápida de los precios. El grupo considera que esto redunda también en beneficio de los consumidores, según informó el Sr. Adank.

Entre las preocupaciones expresadas en relación con la propuesta figuran las siguientes: la falta de limitaciones que puedan impedir que los programas tengan efectos de distorsión en los mercados; la cuestión de si las limitaciones actuales, tales como la capacidad de almacenamiento, pueden justificar la ausencia de normas explícitas; la posibilidad de que, al aplicar programas más específicos u orientados al mercado, los países se mantengan dentro de los límites de su compartimento ámbar; la cuestión de si el “margen de actuación” es sólo un problema temporal, habida cuenta de la evolución de los programas; y las repercusiones de la propuesta del G-33 para las normas de la OMC relativas a la agricultura en general y para las disciplinas relativas al compartimento verde en particular.

 

Próximas etapas

• El Presidente Adank informará al Presidente del Comité de Negociaciones Comerciales en relación con la reunión del 11 de abril de 2013.
• Próximas reuniones en el marco de las negociaciones sobre la agricultura: se anunciarán las fechas.

 

Audio

Haga clic en los vínculos que figuran a continuación para descargar los archivos de audio o escuchar lo que el Presidente dijo en la reunión.

Declaraciones del Presidente:

 

Explicaciones

Fue una reunión informal de las negociaciones sobre la agricultura abierta a todos los Miembros, oficialmente una “reunión informal abierta en Sesión Extraordinaria” del Comité de Agricultura.

Modalidades: los modos o métodos de proceder, en este caso cómo reducir los aranceles, ampliar los contingentes y recortar las subvenciones y las ayudas, junto con la flexibilidad para abordar distintas sensibilidades. Los métodos principales consisten en fórmulas para reducir los aranceles y las ayudas, con varias formas de lograr la flexibilidad o fortalecer las disciplinas. Una vez que se hayan acordado las modalidades, los países podrán aplicar las fórmulas a los aranceles respecto de miles de productos y a diversos programas de ayuda.